Las altas temperaturas registradas en esta temporada han provocado numerosos incendios forestales en algunos estados. Además del impacto en la flora y fauna de la región, la salud de los habitantes se ve mermada ya que respirar se vuelve muy difícil.
El humo además de contener algunos irritantes respiratorios, como hidrocarburos y otros productos químicos orgánicos, tiene partículas ultra finas que pueden inhalarse profundamente y llegar a los pulmones.
Estas partículas pueden generar congestión nasal y causar ardor y quemaduras en los ojos.
También pueden agravar el estado respiratorio de las personas con enfermedades cardíacas y pulmonares crónicas, que tienen un riesgo más significativo de inhalar esas partículas.
“Las poblaciones más vulnerables incluyen ancianos, niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades pulmonares o cardíacas crónicas”, afirma el doctor Arveen Bhasin, alergólogo de Mayo Clinic. “Los síntomas comunes incluyen tos, sibilancias, dificultad para respirar, dolor en el pecho, irritación ocular, estornudos y dolor de garganta.”
Todos los tipos de inhalación de humo, desde cigarrillos hasta hogueras, tienen un denominador común, provienen de productos inflamables, según el doctor Clayton Cowl, neumólogo de Mayo Clinic.
Los incendios forestales consumen la vegetación, las casas y las estructuras de los edificios con plásticos y otros productos que liberan miles de productos químicos en el aire, dice.
“Algunos de estos productos químicos son extremadamente tóxicos, como los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono y los compuestos a base de cloro”.
“La mayor parte de lo que se puede ver a simple vista involucra partículas más grandes que pueden causar irritación del tracto respiratorio superior. Nuestro sistema respiratorio está equipado para filtrar gran parte de esto, pero para aquellos con afecciones pulmonares, estas exposiciones pueden agravar sus síntomas.”
El especialista Bhasin recomienda que las personas permanezcan adentro de sus casas, manteniendo las ventanas y puertas cerradas de la casa y del coche.
“Encienda el aire acondicionado para recircular el aire limpio y evite el humo del cigarrillo normal o del cigarrillo electrónico”, aconseja Bhasin. “No queme nada en casa, incluida leña, estufas de gas o velas.”
Cowl está de acuerdo y dice que los purificadores de aire pueden ser una opción, al igual que la protección respiratoria personal. Él afirma que el mejor tipo de purificador de aire es uno con un filtro de aire de partículas de alta eficiencia.
“El uso de purificadores de ozono o de aire iónico no se sugiere con frecuencia para la protección contra el humo de los incendios forestales, ya que brindan una protección mínima contra las partículas muy pequeñas liberadas, llamadas partículas ultrafinas de menos de 0,3 micrones de diámetro”.
“Mantener una hidratación oral adecuada con agua potable y otros líquidos también es importante para preservar la función de los cilios y las células microscópicas en forma de escobas en las vías respiratorias que ayudan a barrer las partículas contaminantes inhaladas del medio ambiente”, agrega Cowl.
Los efectos sobre la salud respiratoria al inhalar humo pueden incluir:
- Tos
- Dificultad para respirar normalmente
- Ardor en los ojos
- Garganta irritada
- Coriza
- Conductos nasales irritados
- Respiración fatigosa y dificultad para respirar
- Dolor en el pecho
- Dolores de cabeza
- Ataque de asma
- Cansancio
- Ritmo cardíaco acelerado. PdC.
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