El asma es una enfermedad respiratoria crónica que se puede agravar por el polvo, humo, gases, pólenes y cambios meteorológicos, factores que lo sitúa como el mal número uno en el mundo en donde hay aproximadamente 262 millones de personas con este padecimiento.
De seguro has escuchado sobre el asma, pero sabes qué es. De acuerdo a la OMS, se caracteriza porque las vías que conducen el aire a los pulmones se estrechan debido a la inflamación y la compresión de los músculos que rodean las vías respiratorias finas.
Esto genera tos, sibilancias, disnea, es decir, sensación de falta de aire, y opresión torácica, refiere la Organización Mundial de la Salud.
Los síntomas son intermitentes y los factores que agravan la enfermedad varían de un individuo a otro, entre los cuales se encuentran: el polvo, humo, gases, cambios meteorológicos, pólenes, pelaje y las plumas de animales.
En México se estima que de cinco a 10 por ciento de la población la padece, afirma el académico de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM (@FacMedicinaUNAM), Jorge Salas Hernández.
La prevalencia varía por regiones; por ejemplo, en las zonas de costa del sureste mexicano existen más casos, cerca del 10 por ciento de la población.
“A nivel del mar tienen un ambiente húmedo y favorece el desarrollo de más partículas conocidas como alergenos que cuando las respiran personas susceptibles, descontrolan la enfermedad”.
El experto universitario explica que, en términos generales, hay dos momentos de mayor riesgo para el descontrol de este padecimiento: las temporadas de alta contaminación ambiental y las de humedad y/o lluvias.
El experto aclara que el asma afecta no solo a niños, también a personas de cualquier edad, inclusive a ancianos; que las infecciones no son su causa, pero si la descontrola; y un enfermo de asma si puede realizar ejercicio, puede llevar una vida normal.
La OMS también refiere que no tiene cura, pero un tratamiento adecuado con medicamentos inhalados puede ayudar a controlar la enfermedad. Hay pacientes que pueden requerir usar inhalador a diario y su tratamiento dependerá de la frecuencia de los síntomas y de los distintos tipos de inhaladores disponibles.
Existen dos principales: los broncodilatadores que liberan las vías respiratorias y alivian los síntomas; y los esteroides que reducen la inflamación de las vías respiratorias, lo que mejora los síntomas del asma y disminuye el riesgo de ataques graves y de muerte. PdC.