No es que uno sea “aguafiestas”, pero cada acción del ser humano deja huella y desafortunadamente no una muy buena. En el caso de las celebraciones de Día de Muertos y de Halloween, que ya están en puerta, se generan muchos residuos sólidos de un solo uso.
Como por ejemplo, las pequeñas envolturas de los dulces que cualquiera pensaría: “es muy pequeña no causa daño ambiental”, pero qué creen, ¡sí! causa, porque no es por lo grande, sino por la cantidad de envolturas que se desechan en unas horas y por el material con el cual están elaboradas.
Hay que recordar que Halloween no solo se celebra en Estados Unidos o en nuestro país, sino en muchas ciudades del mundo que han adoptado estos festejos.
Es clásico que los pequeños salgan en estos días a pedir dulces o que niños y adultos asistan a fiestas en donde la mayoría de los artículos para celebrar la ocasión están diseñados para ser de un solo uso y hechos de materiales derivados del petróleo.
La situación es que estos artículos, por mencionar la ropa de disfraz, accesorios, adornos y envolturas de las golosinas o postres, su degradación tarda muchos años sumándose a la contaminación de aire, tierra y agua.
Y para muestra un botón, les traemos estos datos de Fayriland Trust, RTS y The Guardian que publicó Expok, Comunicación de Sustentabilidad y RSE:
*El 74 por ciento de los disfraces de Halloween están hechos de poliéster, material sintético, no natural.
*Siete millones de prendas se desechan cada año, las usadas como disfraz.
*Menos del uno por ciento de la tela se recicla para hacer más ropa.
*El 20 por ciento de los residuos sólidos de Halloween provienen de las envolturas de los dulces.
*Esta celebración genera más de 2 mil toneladas de desechos plásticos cada año, lo equivalente a 83 millones de botellas de PET.
Son datos que asustan, que dan miedo, pero no significa que dejemos de festejar, solo hay que pensar en reciclar o reutilizar los disfraces, por ejemplo; ser más amigables con el medio ambiente en estas fechas. PdC.
Foto de Karolina Grabowska.