Imaginemos un observatorio con el potencial para ver la formación de exoplanetas, detectar las primeras galaxias que se formaron en el Universo y para estudiar mejor los agujeros negros.
Si desde nuestra óptica ver a la Luna es maravilloso, poder observar lo profundo de la galaxia será grandioso para las nuevas generaciones de radioastrónomos, gracias a que la UNAM participará en la formación del radiotelescopio más potente del mundo.
El observatorio de ondas de radio estará conformado por más de 240 antenas, distribuidas principalmente en el sur de Estados Unidos –Arizona, Nuevo México y Texas– y algunas se localizarán en el norte de México.
El conjunto de antenas del ngVLA le dará gran sensibilidad, resolución y capacidad de discernir detalles de las imágenes que capte, explica el coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, William Lee Alardín.
“Permitirá observar con 10 veces mayor sensibilidad y resolución los objetos en el cielo. El potencial de descubrimiento científico es enorme para una variedad de temas que tienen que ver con exoplanetas, planetas alrededor de otras estrellas, los procesos de formación estelar, y de formación y evolución de galaxias, entre otras”.
Es decir, facilitará hacer ciencia de frontera para los próximos 30 años.
Actualmente el proyecto está en las etapas de definición y diseño. El objetivo es que su construcción inicie en 2025 y dure aproximadamente 10 años. Sin embargo, empezará a funcionar científicamente antes de 2035.
El convenio signado con el Observatorio Nacional de Radioastronomía de los Estados Unidos (NRAO, por sus siglas en inglés) en el proyecto del ngVLA (next generation Very Large Array) permitirá que científicos mexicanos colaboren con colegas de Estados Unidos.
Los astrónomos de la UNAM tendrán acceso a infraestructura de primer nivel en diferentes regiones del espectro y longitudes de onda.
Pues la colaboración en el ngVLA se suma al trabajo que realizan en el Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir, en Baja California; en el HAWC ubicado en Sierra Negra, Puebla; además de que la UNAM es socio en el Gran Telescopio Canarias.
El director del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA), Luis Alberto Zapata González, añadió que algunas de estas antenas podrían ubicarse en estados como Chihuahua, Sonora y Coahuila. “Se está planeando que sean alrededor de siete antenas las que se localicen en México”.
“Se tiene planeado que la primera antena, el prototipo que se va a utilizar, se tenga en el 2023 y en los siguientes años colocarlas tanto en Estados Unidos como en México”.
Será un observatorio de última generación y allí se desarrollará el futuro de la radioastronomía, por ello el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers signó el Memorando de Entendimiento con el director del NRAO y del proyecto ngVLA, Anthony Beasley.
Con el cual esta casa de estudios se constituye en el primer socio internacional que formaliza la colaboración durante los próximos dos años con esta iniciativa.
El proyecto será liderado en nuestro país por el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica (IRyA) de la Universidad Nacional. PdC.
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