Con el confinamiento a raíz de la pandemia muchas empresas se vieron dañadas, los restaurantes no fueron la excepción; todos fuimos testigos que muchos de ellos tuvieron que cerrar sus puertas, pero por fortuna para quienes se dedican a esta industria, las plataformas digitales llegaron para salvarla.
Y es que éstas cambiaron la forma de trabajar de la industria restaurantera y para bien de las miles fuentes de trabajo que generan.
Un estudio del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM determinó que la primera razón para la afiliación de un restaurante a una plataforma digital es, precisamente, su supervivencia debido a la emergencia sanitaria y a la diversificación del mercado.
A esa razón se suma el propósito de aumentar la visibilidad del negocio y atraer a nuevos clientes.
En el panel El Impacto de las plataformas en la transformación de la industria restaurantera: el caso de DiDi Food, se presentó el estudio a cargo de las investigadoras María Josefa Santos Corral y Lucía Carmina Jasso López.
Muestra la importancia de las tecnologías de la información y la comunicación para el desarrollo e innovación de las empresas; en el caso de la industria restaurantera éstas se convirtieron en una tabla de salvación.
Quisimos saber cómo se adaptaron a los nuevos patrones de la realidad digital y cómo las plataformas fueron un mediador tecnológico. “Nos fuimos a campo con los objetivos que definimos junto con DiDi”. La investigación, que permitió recuperar narrativas de “viva voz”, se realizó en cuatro ciudades: Xalapa, Guadalajara, San Luis Potosí y Oaxaca; además de un pilotaje en la Ciudad de México.
Encontramos casos de restaurantes que con el uso de las plataformas digitales pasaron de tres a ocho personas empleadas, o que de tener una freidora ahora cuentan con dos. Algunos empresarios dijeron que 90 por ciento de los pedidos son por la plataforma; es decir, ha tenido un gran impacto económico.
Por supuesto, con esta tecnología hubo crecimiento en términos territoriales y de visibilidad para esos negocios de comida. En principio, perciben que están en un escaparate virtual infinito, incluso los “puesteros”, apuntó.
Además, somos una industria con cara de mujer, porque 56 por ciento de nuestra fuerza laboral es femenina, y aún más importante es que el 50 por ciento de ellas son cabeza de familia, puntualizó.
Se pronosticaba que el proceso de digitalización en este sector tomaría de tres a cinco años, pero se registró en tan sólo año y medio.
Los restaurantes con mayor estructura administrativa y corporativa lo pudieron hacer de manera eficiente y rápida; pero no ocurrió así para todos.
El 96 por ciento de los establecimientos, como pequeñas fondas, ahora tienen a su disposición las plataformas digitales; “el reto es muy grande, no solo para acercarlos a ellas, sino para explicarles las herramientas tecnológicas que hay para la operación de sus establecimientos”. PdC.