Quieres salir a pasear, sentir el sol, el aire, olvidar por un momento las preocupaciones, recargar baterías para mañana iniciar la semana con toda la buena actitud, pero no sabes a dónde ir, te platicamos que desde la Ciudad de México en dos horas aproximadamente estás en Zempoala, Hidalgo.
Un hermoso Pueblo Mágico en donde se encuentra el Acueducto del Padre Tembleque, un sitio donde la historia, las creencias y las tradiciones son descritas como mágicas.
La localidad es la zona donde los teotihuacanos, toltecas y chichimecas plasmaron sus huellas en una tierra bondadosa y prodiga como sus habitantes.
El Acueducto del Padre Tembleque, sitio declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2017, hace apenas unos seis años, tiene 48 kilómetros de largo y es la obra maestra del ingenio creativo de la humanidad.
Y es que las técnicas, métodos y mano de obra empleada para su construcción, representa para nuestro país la obra hidráulica más importante del siglo XVI.
El Acueducto Tembleque, se localiza entre los estados de México e Hidalgo, y es nombrado así en honor a Fray Francisco de Tembleque, misionero franciscano que llegó a la Nueva España con el fin de evangelizar a los habitantes de la zona de Otumba.
El padre Francisco de Tembleque, quien era originario de la población de Tembleque, provincia de Toledo en España, estuvo 17 años al frente de los trabajos de construcción.
La obra hizo posible conducir agua potable desde el volcán del Tecajete, localizado en la Congregación de Todos los Santos, actualmente municipio de Zempoala, en el estado de Hidalgo hasta la población de Otompan, actual municipio de Otumba, en el Estado de México.
Es el atractivo de mayor singularidad en Zempoala, y la obra hidráulica más importante del virreinato en América. Es el espacio donde el tiempo, la memoria y los legados ancestrales encuentran un vínculo estrecho que se preserva en el corazón del estado de Hidalgo.
En la localidad el turismo cultural es el principal atractivo para los visitantes, quienes se interesan especialmente por los Arcos del Padre Tembleque.
Pero también gustan de visitar a las bien conservadas haciendas, de entre la que destaca San Juan Pueblilla donde se elabora cerveza artesanal que se puede comprar y degustar en su fábrica; o la Hacienda de Santa Maria Tecajete donde se observa la producción del pulque y puede realizarse la cata de la bebida.
Para los amantes de la fiesta brava como una expresión del arte y la cultura, en las Haciendas ganaderas de Cieneguilla y Montecristo se realizan visitas guiadas para ver a los toros de lidia en su entorno y presenciar suertes charras que gozan de gran popularidad en la región.
Otros atractivos que se sugiere visitar son el:
*Zempoala tiene la denominación de “Pueblo con Sabor” los platillos más representativos son Ximbote, pan burra de pilloncillo relleno de queso y barbacoa
*Tianguis dominical
*Bosque de Tlajomulco
*Exconvento de Todos los Santos
No está muy lejos de la Ciudad de México y bien valdría ponerse cómodos, revisar que el auto esté en buenas condiciones e irse a la aventura a disfrutar una linda tarde en este sitio mágico, degustar sus platillos y acompañarlos con un sabroso y refrescante vaso de pulque o de cerveza. PdC.
Foto tomada del blog de la Sectur.
Con información de la Secretaría de Turismo (Sectur) y del Consejo Estatal de Población del Estado de México.