Miscelánea

Una taza de café: Testigo mudo

Este día en Pláticas de Café, periodismo amable y con gusto, vamos a estar “encafetados” porque hoy todo será hablar de café; esto como un tributo a esta bebida, la más consumida en el mundo, la segunda luego de un vaso de agua.

Un homenaje a ese grano ancestral que de él emana un rico aroma y sabor con el cual se prepara la bebida más exquisita que a muchos hace feliz y con la que se prepara una rica taza de café, testigo de muchas historias…

Testigo mudo

Una taza de café es la protagonista de muchos relatos.

Ante una taza de café se tejen historias y es testigo mudo de muchas de ellas. Con una taza de café se inicia el día. A veces ligero a veces fuerte. Su calor igual que su olor, te motiva y enciende tus sentidos.

Ante ella todo acontece. Surgen las mejores ideas; se escriben canciones o poemas; nacen proyectos geniales, amistades entrañables y amores totales.

Con cada taza de café se platica; se emprenden proyectos, se toman decisiones, se acuerda, se discute, se enamora, se sueña; pero también se hace política y se “grilla”; se liman asperezas, surgen amores y se terminan relaciones.

Una taza de café calma tu ansiedad; enciende tu ánimo, te lleva a la euforia; acelera tus nervios; pero también te apacigua y te mete a un mundo de sueños.

Todos los días siempre hay alguien que con cada sorbo de café añora un amor, un amigo; los buenos tiempos; además se suspira por un sueño, por una oportunidad o por otra vida. Tomar una taza de café es un buen pretexto para platicar, para dejar volar la imaginación y para el relax o para “chismorrear”.

Degustar un café de la variedad que sea, es un viaje aromático y mágico. Es testigo mudo de grandes negociaciones, pero también de charlas triviales. Con cada sorbo se platican alegrías, pero también se enjuga el llanto de penas sufridas.

Una aromática y caliente taza de café es compañera de largas jornadas laborales, de noches de estudio y trasnochadas; con el café se bajan borracheras y se ahuyenta el sueño, pero también se duerme plácidamente.

Al final del día con una taza de café todo se ve diferente y al día siguiente, con una taza de café tenemos otra oportunidad de volver a soñar y planear. Es testigo mudo de muchas y nuevas historias. PdC.

 Escrito por MM.

 Foto de Brigitte Tohm.

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