Los padres de generaciones pasadas solían obligar a los hijos a comer porciones grandes de comida pues se tenía la creencia que entre más rollizo estuviera el niño más sano iba a ser.
Antes estar “gordito” era sinónimo de saludable. Sin embargo, ahora se ha visto que ser obeso aumenta el riesgo de padecer diabetes. Desafortunadamente la llamada comida chatarra y rápida, saturada en grasa, carbohidratos, sal y azúcar ha provocado que aumente el número de personas con este padecimiento.
Y lo más grave es que no solo se incrementa el número de adultos con diabetes sino ahora también en menores de edad. De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, actualmente más del 30 por ciento de los jóvenes son obesos o tienen sobrepeso, casi el doble del promedio mundial, lo que equivale a estar a unos pasos de ser diabético.
Los afectados se han triplicado en los últimos 30 años y, de mantenerse la tendencia, para 2040 llegarían a 109 millones. La obesidad, las dietas inadecuadas y el sedentarismo destacan entre las principales causas de esta escalada. La enfermedad es la segunda causa de discapacidad en el continente.
La diabetes es la sexta causa de mortalidad y la segunda de discapacidad en el continente americano; sin embargo, el 40 por ciento de los al menos 62 millones que la padecen no están al tanto de ello y la enfermedad sigue causando estragos entre la población, informa la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La agencia sanitaria regional señala que la cantidad de diabéticos se ha triplicado en las últimas tres décadas y alertó de que ese mal podría alcanzar hasta 109 millones de personas para 2040 si se mantienen las tendencias actuales.
La OPS atribuyó el acelerado incremento de los casos de diabetes a las crecientes tasas de obesidad, dietas deficientes y la falta de actividad física, explicando que dos tercios de los adultos de la región tienen sobrepeso u obesidad, y sólo el 60 por ciento hace suficiente ejercicio.
La diabetes es la principal causa de ceguera en personas de 40 a 74 años, de amputaciones de extremidades inferiores y de enfermedad renal crónica.
Además, triplica el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, enfermedad renal o cáncer y aumenta el peligro de sufrir formas graves de COVID-19 y morir por esa causa. PdC.
Foto de Alexander Grey.