Miscelánea

Todo un reto tocar el órgano de la Basílica

El universitario Benjamín Paredes Aponte, el encargado de tocar año con año el órgano monumental en la Basílica de Guadalupe y quien acompaña musicalmente la celebración por el aniversario de las apariciones marianas en el cerro del Tepeyac, adquirió en la Facultad de Música de la UNAM, los conocimientos para poder manipular un instrumento de esta magnitud.

Y es que tocarlo no es cualquier cosa, primero por lo que significa ese instrumento, es el Órgano Monumental de la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe (INBG), con el que se acompaña el rito y culto mariano desde hace casi medio siglo.

Y segundo porque el instrumento está conformado por cinco teclados con 60 piezas y 32 pedales que activan las 10 mil 222 flautas.

Benjamín Paredes Aponte, licenciado Músico-instrumentista en órgano por la Facultad de Música (FaM) de la UNAM, recuerda que el 16 de noviembre de 2012 (hace una década) ingresó a la INBG como cantor y organista, y en octubre de 2018 efectuó en este lugar la réplica como ejecutante de su examen profesional.

El universitario, cursó el bachillerato en la Escuela Nacional Preparatoria 4 “Vidal Castañeda y Nájera”, forma parte como organista de la Capilla de Música de la INBG y es también custodio del Órgano Monumental del Templo Expiatorio dedicado a Cristo Rey (Antigua Basílica de Guadalupe).

“El órgano es un instrumento majestuoso, es casi como una puerta al cielo, en donde se combinan no solamente la parte artística, arquitectónica del templo, sino también la majestuosidad del instrumento.

Entonces en su conjunto impone al visitante, y de alguna manera se queda admirado de la majestuosidad, que en este caso representa tanto la parte arquitectónica como el instrumento”, subraya el académico universitario, quien junto con Hugo Jiménez Cisneros son los organistas que ejecutan a diario el acompañamiento sonoro.

En el Órgano Monumental también se tocan las festividades propias del año litúrgico, como la Pascua, la Navidad, el Adviento y las fiestas importantes como la llegada de un nuncio apostólico, así como la consagración y ordenación de un obispo o de sacerdotes, abunda Benjamín Paredes.

La visita de su Santidad el Papa Francisco, (en febrero de 2016), es uno de los eventos que más han quedado en mi mente aquí, en la Basílica, además de la fiesta de Guadalupe cada año.

“En la primera toqué en la homilía, fui el organista acompañante de esa misa, y cada 12 de diciembre empezamos desde la ceremonia de medianoche, es un evento muy importante”, afirma.

En la Facultad de Música de la UNAM adquirí los conocimientos para poder manipular un instrumento de esta magnitud, pero nunca pensé que podría tocar en una misa papal, ni en el 12 de diciembre.

Sin duda es un sueño, es una emoción indescriptible el hecho de escuchar el campanazo y entonar Las Mañanitas y todas las celebraciones que se realizan a lo largo del año, finaliza Paredes Aponte. PdC.

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