Ansiedad, depresión, crisis emocionales y repercusiones en las habilidades cognitivas son las principales secuelas que ha dejado en la población la pandemia de la COVID-19.
Lo que significa que la COVID-19 aún sigue entre nosotros y que con el frío se ha aliado con la influenza haciendo que aumenten los contagios, causando no solo daños físicos, sino como consideran los expertos, nos ha llevado a una crisis de salud mental.
Te platicamos que para analizar esta problemática, se realizó en línea el Seminario de Salud Mental, en el que participaron las escuelas de extensión en San Antonio, Texas, y en Canadá, junto con la Facultad de Psicología (FP), con el apoyo de la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales (CRAI).
Los temas que se abordaron fue atención a grupos vulnerables, prevención del deterioro cognitivo y neuropsiquiátricos en sobrevivientes de la COVID-19, así como la experiencia familiar durante la pandemia, la violencia en la pareja.
También se le dedicó a las estrategias de autocuidado, enseñanza de psicología para adolescentes, prevención suicida, sueño y obesidad, estrés ambiental en transporte y hospitales, además de psicoterapia infantil, entre otros.
Y es que “la pandemia dejó ver que enfrentamos una crisis en salud mental”, señaló la directora de la sede UNAM-San Antonio, Paula de Gortari Pedroza. PdC.
Foto de cottonbro studio.