Quién alguna vez no masticó un chicle e hizo con él una espectacular bomba. Todos seguramente, sobre todo en nuestra niñez. Sabías que el chicle o goma de mascar como también se le conoce, es una de las golosinas más conocidas y adictivas del mundo.
Antes se masticaba el chicle por el simple gusto de disfrutar su delicioso sabor de menta, canela, tutifruti, o de plátano, y de competir con los compañeros del colegio o con los amiguitos de la colonia para ver quién podía hacer la bomba más grande sin que se reventara.
Ahora es común comprarlo para refrescar el aliento. Y los hay de una gran variedad de tamaños, colores y sabores. Quien iba a decir que cuando William Semple patentó esta golosina, el 28 de diciembre de 1869, iba a convertirse en la preferida de niños y adultos de todo el mundo.
Si recientemente has masticado un chicle, debes saber que está hecho de una goma base fabricada con un polímero neutro denominado acetato polivinílico, y más de la mitad de su peso es azúcar o glucosa, así como ablandadores, colorantes, saborizantes, humectantes o edulcorantes.
Aunque no siempre fue así porque tradicionalmente, la materia prima se extraía de la savia de un árbol tropical llamado chiclero.
El nombre de chicle proviene de la palabra náhuatl tzictli. Desde la época precolombina se usó para nombrar a este polímero que se obtiene de la savia del Manilkara zapota, originario de la región mesoamericana.
En la fabricación de chicle se elabora una base de goma para darle elasticidad. Se agregan diversos componentes para darle color, olor y sabor. Se añaden otros ingredientes, como relleno líquido. Se comprime y se lleva a congelación, para cortarlos en la forma deseada.
Qué tal, a qué no lo sabías. Y todavía falta que conozcas otros datos curiosos sobre el chicle.
*Chad Fell alcanzó el récord mundial de la pompa de chicle más grande del mundo, formando un globo de unos 50 centímetros al mascarlo.
*En San Luis Obispo (California) el callejón conocido como “Bubblegum Alley” se convirtió en un destino turístico muy peculiar, ya que acumula chicles pegados en sus paredes desde la década de los años sesenta. Mide 21 metros de largo y 4 de alto.
*En Singapur está prohibido mascar, fabricar o importar chicles desde el año 1992.
*El primer chicle sin azúcar se creó en el año 1960.
*El chicle es el único alimento que se mastica y no se traga.
*Inicialmente se fabricaban chicles con sabores de regaliz y menta.
Y bueno, no siempre son del agrado de la mayoría, sobre todo de las autoridades de la Ciudad de México quienes hace unos años declararon la guerra a los chicles pegados en las principales calles del Centro Histórico, pues además de ser un problema de contaminación visual lo es de salud y económico por los millones de pesos que cuesta despegarlos.
O sea que si aún te agrada masticar chicle, recuerda meterlo en su envoltura y tirarlo en un bote de basura.
P.D.: se me pasó decirte que también tiene su fecha especial, el 13 de enero fue el Día Mundial del Chicle. PdC.
Foto de Cristiano Silva.
