La Loca del Gato y otras

Que NO coman frutas NI verduras

Ya sabemos que los michis son unos animalitos carnívoros y su dieta se basa en la proteína de origen animal procedente de la carne o del pescado. Y claro que no es muuuy necesario que en su menú se incluyan verduras o frutas.

Pero si te interesa incluir en su dieta estos alimentos y el minino quiere comerlas, es necesario que sepas cuáles están recomendadas y cuáles no por ser potencialmente perjudiciales para estos peludos.

¿Por qué hay frutas y verduras prohibidas para los peludos?

Algunos de estos productos resultan perjudiciales para ellos porque en su composición se encuentran sustancias potencialmente dañinas y tóxicas para esta especie.

Frutas que pueden dañar a nuestros mininos

Aguacate: Su alto contenido en grasas lo convierte en una de las frutas prohibidas para ellos. El resultado de su ingesta puede ser una enfermedad denominada pancreatitis. Además, si se tragara el hueso o una parte de él podría sufrir una obstrucción intestinal.

También se asocia su consumo a la aparición de problemas digestivos ya que contienen una toxina denominada persina, aunque rara vez afecta a los gatos.

Uvas, pasas y grosellas: Son perjudiciales para sus riñones, pudiendo provocar un fallo renal agudo e incluso la muerte tan solo consumiendo una pequeña cantidad, de ahí que no debamos darles estas frutas ni añadirlas a ninguna receta que les vayamos a ofrecer.

Naranjas, limones, mandarinas y toronjas: Se consideran frutas dañinas para los gatos por su acidez, que es lo que les puede provocar una irritación gástrica. De todas formas, no son frutas por las que estos animales se sientan especialmente atraídos.

Manzanas, duraznos, ciruelas, peras y cerezas: La manzana es una fruta saludable para los michis, pero se incluyen en el listado porque sus semillas contienen sustancias capaces de generar cianuro, que sí podría llegar a ser perjudicial para ellos.

En concreto, el cianuro inhibe una enzima que es necesaria para el transporte del oxígeno entre las células. Por lo tanto, si se la ofrecemos, mejor que sean trozos limpios de cualquier semilla u hoja.

Este mismo problema lo provocan también los huesos de otras frutas, como los duraznos, las nectarinas, las ciruelas, las peras, las cerezas o los albaricoques.

Verduras tóxicas para los gatos

Cebollas y ajos: ambos contienen una sustancia denominada triosulfato, que se relaciona con la aparición de anemia hemolítica, un problema debido a la rotura de los glóbulos rojos que puede llevar a un desenlace fatal.

Para que llegara a suceder esto, el minino tendría que consumir grandes cantidades o pequeñas dosis a lo largo de mucho tiempo seguido.

Además, cebolla y ajo pueden provocar diarrea y vómitos. Los puerros, las chalotas y las cebolletas también contienen triosulfato y, por lo tanto, se incluyen en la lista de verduras prohibidas para estos peludos.

Papas: Es un tubérculo que contiene solanina, que les resulta tóxica, al igual que a los lomitos. La buena noticia es que puede eliminarse cocinando el alimento. Así sí podrían ingerirla, pero en pequeñas cantidades, ya que les aportarían, sobre todo, hidratos de carbono.

Jitomate: Contienen solanina, cuando todavía no están bien maduros, y por eso pueden resultar dañinos para los michis. Hay que tener cuidado también con la planta, pues si él tiene acceso a ella podría masticar e ingerir sus hojas o tallos, que también contienen solanina.

Si nuestro minino ingiere alguna fruta o verdura de este listado en grandes cantidades, puede sufrir una intoxicación y deberemos trasladarlo al hospital lo antes posible ya que puede necesitar hospitalización para estabilizarlo.

En los casos más leves, al menos habrá que contactar con el veterinario para que nos dé las pautas a seguir. No obstante, por suerte, las intoxicaciones por alimentos no son muy frecuentes en estos peludos, ya que no son muy dados a comer lo que encuentran.

Eso sí debemos estar atentos a signos de intoxicación como los siguientes:

*Hipersalivación.

*Vómitos.

*Diarrea.

*Aumento del consumo de agua.

*Pérdida del apetito.

*Descoordinación.

*Dolor abdominal.

*Dilatación de las pupilas.

*Aumento del ritmo cardiaco.

*Dificultades respiratorias.

*Coloración amarillenta de la piel.

*Convulsiones.

*Shock.

En cualquier caso, la gravedad dependerá del tipo de fruta o verdura ingerida, la cantidad, el peso del michi, su estado de salud previo o la rapidez con la que lo pongamos en manos del veterinario para iniciar el tratamiento.

“Dos personas, al conocerse, se relajan totalmente cuando descubren que ambas tienen gatos.” – Charlotte Gray.

Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

Fuente: Experto animal

Foto de Cottonbro studio.

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