Es muy común consumir complementos vitamínicos, ya sea porque suponemos que nos hace falta o porque de repente se pone de moda tomar alguna vitamina, sin embargo los expertos consideran que si se tiene una dieta sana y equilibrada no hay porque ingerirlos de manera frecuente.
Tal es el caso del magnesio, un mineral presente en diferentes estructuras del organismo. Se puede encontrar formando parte de los huesos, los músculos y tejidos blandos.
El aporte de magnesio (Mg) se obtiene a partir de la alimentación, siguiendo una dieta sana y equilibrada no tiene por qué haber carencia ni exceso de magnesio en sangre.
El aporte de magnesio se obtiene a partir de alimentación, y son ricos en este mineral, el pescado, marisco, frutos secos, los cereales integrales, las legumbres, frutas como el plátano, las verduras, el café y el cacao, entre otros.
Generalmente, las situaciones de hipo (bajo magnesio) o hipermagnesemia se producen en relación con la presencia de enfermedades donde se produce una pérdida o una disminución de la eliminación de este mineral respectivamente.
De acuerdo al blog CanalSALUD de Mapfre, cuando existe un bajo nivel de magnesio en sangre se produce también una disminución de otros iones que se encuentran en equilibrio con el MG y que son el calcio y el potasio.
La disminución de estos elementos puede producir síntomas neurológicos como convulsiones, calambres, temblores y debilidad muscular.
El exceso de Mg se manifiesta sobre todo con síntomas digestivos: náuseas, diarrea y dolor abdominal y también puede dar lugar a debilidad muscular y menos frecuentemente síntomas cardiológicos (hipotensión, arritmias).
El hecho de que el Magnesio forme parte y participe de procesos fisiológicos ha hecho que se le atribuyan propiedades en la prevención y curación de enfermedades no demostradas.
Ante la falta de una sólida evidencia en la literatura médica, no se puede establecer un beneficio de los suplementos de magnesio en la prevención de las enfermedades, por lo que no se aconseja de forma rutinaria y en personas con un adecuado estado nutricional su consumo en forma de suplementos.
La mejor prevención y que sí ha mostrado un claro beneficio es seguir una dieta sana y equilibrada, variada y rica en fruta, verduras, cereales integrales y baja en sal, grasas saturadas y azúcares refinados.
Y lo que además se debe tener muy presente, en el caso del magnesio es que…
*Si se sigue una dieta sana y equilibrada no tiene por qué haber carencia ni exceso de magnesio en sangre.
*Generalmente, las situaciones de hipo (bajo magnesio) o hipermagnesemia se producen en relación con la presencia de enfermedades donde se produce una pérdida o una disminución de la eliminación del Mg respectivamente.
*Se han relacionado los niveles bajos crónicos de Mg con el aumento del riesgo de padecer hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, osteoporosis, migraña y depresión.
Antes de tomar cualquier suplemento o complemento sea cual sea, lo mejor es consultar con un especialista, él nos enviará a realizarnos los estudios pertinentes para saber qué nutrientes le hacen falta a nuestro organismo. PdC.
Foto de Oleksandr Pidvalnyi.