“La conjura de los necios” es una novela que polariza, despierta pasiones encontradas: algunos la consideran una lectura brillante y humorística, mientras otros la encuentran carente de gracia o sentido. Esta diversidad de opiniones refleja la apasionante historia detrás del libro.
John Kennedy Toole, su autor, dedicó años a tratar de publicar la novela, enfrentándose a constantes rechazos. Incapaz de soportar el fracaso, se suicidó.
Años después, su madre encontró el manuscrito y persistió en su empeño de publicarlo, enfrentando también numerosas negativas. Finalmente, logró que un reconocido escritor lo leyera, quien quedó tan impresionado que consiguió que se publicara.
En 1980, la novela se publicó y al año siguiente recibió el Premio Pulitzer a título póstumo, consolidándose como una obra de culto.
“La conjura de los necios” es peculiar y delirante, llena de situaciones absurdas y personajes excéntricos, centrada en el protagonista Ignatius J. Reilly, un antihéroe obeso, pedante y excéntrico que vive con su madre en Nueva Orleans. Ignatius, con su vestir peculiar y sus constantes menciones a su “válvula pilórica”, es un personaje carismático y complejo. La novela, escrita con una prosa impecable, presenta una trama no convencional, formada por una serie de ‘gags’ y escenas que, a pesar de las opiniones diversas, conforman una historia coherente y entretenida.
Ignatius se rodea de un elenco de personajes secundarios que cumplen su función en esta tragicomedia. Su madre, Irene, y Myrna Minkoff, una joven subversiva con la que tiene una relación conflictiva, destacan en este ‘circo’ de personajes que entran y salen de la trama, similar a una obra de teatro. Aunque algunos personajes no están completamente desarrollados, su interacción con Ignatius aporta dinamismo y humor a la historia.
La crítica social es una constante en la novela, a través de las mordaces observaciones de Ignatius, las cartas de Myrna y las acciones de otros personajes, como un policía obsesionado con el comunismo. Esta sutil pero constante crítica añade profundidad a la obra, más allá de su humor superficial.
El desenlace de la novela, aunque no brillante, es sólido y adecuado, dejando una sensación de conclusión abierta que sugiere posibles continuaciones que nunca se escribirán. La novela tiene un aire de cuento para adultos, con un final que deja una sensación agridulce.
En resumen, “La conjura de los necios” es una novela que desafía las expectativas y provoca fuertes reacciones. No es una obra para todos, pero aquellos que conectan con su humor inteligente y personajes excéntricos la encontrarán una lectura fascinante y gratificante.
Personalmente, la considero una buena novela, a ver, no es una obra maestra, pero sin duda es valiosa y digna de ser leída.
John Kennedy Toole Nueva Orleans, (1937-1969), estudió en la Universidad de Columbia, donde obtuvo el título de master en inglés, y fue profesor en la University of Southwestern Louisiana y en el Dominican College de Nueva Orleans.
Escribió su libro La conjura de los necios durante los dos años de servicio militar en Puerto Rico, pero nadie quiso publicárselo. Hundido en la depresión, se suicidó en 1969. Su madre, Thelma Ducoing Toole, fue quien descubrió el manuscrito y años más tarde, en 1976, convenció al editor Walker Percy para que lo editara. Su éxito fue inmediato y le convirtió en uno de los más extraordinarios novelistas norteamericanos de todos los tiempos, recibiendo el Premio Pulitzer en 1981. PdC.
Escrito por B. Del Ángel.