“MaXXXine“, La trilogía X de Ti West ha dejado su huella en el panorama del cine de terror moderno. Con claras inspiraciones de los clásicos, pero con un estilo propio, esta serie se ha ganado un lugar especial en los corazones de los amantes del género.
“MaXXXine”, la última entrega, cambia los escenarios rurales y el pastiche technicolor de Pearl y la crudeza grindhouse de X por un thriller criminal ochentero en el corazón de Hollywood. Aunque es la más desordenada de las tres, con algunas inconsistencias tonales, sigue ofreciendo un final sangriento y satisfactorio para los fans de esta perversa historia.
Pero ojo, para disfrutar plenamente de “MaXXXine“, es recomendable haber visto X, aunque no sea esencial haber visto la precuela de 1910, Pearl. La película retoma seis años después de los horribles eventos de la granja en Texas – ahora conocidos como “La Masacre de la Pornstar de Texas” – y sigue a la única sobreviviente, Maxine Minx (Mia Goth), en su intento de triunfar en Los Ángeles.
Maxine, aún atormentada por su encuentro con la muerte y la pérdida de sus amigos, enfrenta cada audición con una confianza arrolladora, canalizando su dolor y miedo pasados en su actuación. Con un aura intimidante y cautivadora, Maxine está decidida a hacerse un nombre en Hollywood a toda costa, y parece que su oportunidad finalmente ha llegado.
Maxine consigue el papel principal en la secuela de una controvertida película de terror dirigida por la renombrada Elizabeth Bender (Elizabeth Debicki). Sin embargo, cuando una figura misteriosa y amenazante aparece con conocimiento de su oscuro pasado, el sueño de Maxine comienza a desmoronarse de maneras terroríficas.
Mia Goth brilla en su papel, mostrando una seguridad absoluta en su última interpretación del personaje. Maxine es compleja en el mejor sentido: violenta y egoísta, pero alguien por quien inevitablemente simpatizas. Su historia, llena de actos de rebeldía desenfrenada y encapsulada por el mantra de su padre evangelizador de tele, “No aceptaré una vida que no merezco”, es fascinante.
Ya sea atacada por un extraño en un callejón oscuro o acosada por un detective privado (Kevin Bacon en una actuación hilarante), Maxine nunca es indefensa. Siempre logra convertir al depredador en presa, especialmente con la figura misteriosa que amenaza su ascenso a la fama. Con la ayuda de amigos como su agente Teddy Knight (Giancarlo Esposito), Maxine demuestra que no se dejará vencer.
“MaXXXine” se aleja del horror con mutilaciones directas de X y se inclina más hacia el thriller criminal, aunque incluye algunos de los momentos más absurdamente sangrientos del año. La película es la más chula de la trilogía, utilizando su ambientación en Hollywood para escenas de persecución a través de famosos sets de películas y declaraciones directas sobre la creación de “películas B con ideas A”. Ti West logra cerrar la trilogía con una sólida conclusión, mezclando ideas fuertes en una historia de cabezas y testículos reventando.
Imperdible. PdC.
Crítica de Antelmo Villa.