La Loca del Gato y otras

Abandonado una noche fría y lluviosa

Él fue abandonado una noche, como quien arroja una bolsa de basura. La cámara muestra cómo se abre la puerta de una camioneta negra y desde adentro empujan al lomito; se ve como desconcertado cae al pavimento mojado y su pelaje blanco de inmediato se ensucia por la basura y el lodo.

Ni la lluvia, ni el frío, ni la sed, ni el hambre hicieron que se moviera de ahí. Por días esperó estoicamente que su amo regresara por él. Cada que un vehículo se acercaba, el lomito movía la cola y clavaba la mirada esperando ver una cara conocida. Pero eso nunca pasó. Su tutor nunca volvió por él.

Un vecino quien se dio cuenta del abandono lo llevó a su casa; el lomito quizá intuyó que su amo nunca regresaría y resignado siguió al que sería su nuevo amigo.

¿Cuál sería su nombre?, sólo él lo sabe, pero Bruno le gustó porque cuando lo llamaron así, su cola agitó como remolino, o quizá sintió que ahí sería feliz.

Bruno es uno de los millones de perros que tratan de sobrevivir en las calles. Algunos han nacido entre la basura, otros han sido abandonados, arrojados a las avenidas, a las carreteras. Él es parte del 70 por ciento que sobrevive en situación de calle, de los 23 millones de perros que existen en el país.

Qué importa la raza a la que pertenezcan los animales, cada perro es único; los llamados “perros sin raza” tienen una historia especial que merece ser contada, como la de Bruno.

Los perros de la calle o perros sin raza enfrentan desafíos desde temprana edad. Sin embargo, su capacidad de adaptación los convierte en compañeros excepcionales que solo buscan un hogar donde brindar amor incondicional. Son animalitos que no importan las horas que tardes en llegar a casa, ahí están en la puerta esperando pacientemente tu llegada para saltar y hacer piruetas a manera de bienvenida.

“Adoptar un perro de raza única no solo cambia su vida, también la de quienes lo reciben en su hogar”, comenta Alejandro Sánchez, Médico Veterinario y Gerente Técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal México.

Cada que veas un “perro sin raza” recuerda que hay millones de lomitos que su hogar es la calle, la basura, el frío, el Sol, la lluvia, la falta de alimento, y que tú puedes hacer la diferencia en su vida. 

Anda, atrévete a adoptar a un lomito de la calle, mordisqueara tus zapatos, eso sin duda, pero será más su amor por ti.

Si eres de los afortunados que adoptaron a un “perro sin raza”, anda cuéntanos su historia. PdC. 

Foto de Vietnam Tri Duong Photographer.

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