¿Y por qué no? Las ardillas también se lo merecen. Ayer 21 de enero se celebró el Día Mundial de la Ardilla.
Gracias a la naturalista estadounidense Christy Hargrove fue que en 2001 se inició la celebración de este roedor que habita en distintos lugares del mundo y que en la actualidad hay aproximadamente unas 200 especies.
La idea de esta festividad es hacer conciencia sobre su cuidado, protección y valorar su importante función. Aunque es relativamente pequeño tiene su lugar dentro de la naturaleza.
Las hay pequeñas como la pigmea africana que mide 13 centímetros; la hindú puede alcanzar hasta un metro; o la voladora, que más que volar, tiene la destreza de planear hasta 46 metros.
Aunque al nacer son ciegas y por ello requieren la protección de la madre, cuando crecen tienen una gran visión; parece un animal inofensivo y de bonito aspecto, pero como roedor que es, todo lo que encuentran a su paso lo muerden.
Y como les comentábamos que la ardilla tiene su valor, su lugar, este animalito cumple un papel fundamental en el equilibrio ecológico, pues en su hábitat ayuda a mantener el control de las plagas.
Además de esta valiosa función, también contribuyen a que nuevos árboles se desarrollen, pues al recolectar semillas para su alimentación, las que no consumen por alguna razón, germinan de manera natural para beneficio de la naturaleza. PdC.