Si luego de un rato de tomar tu malteada favorita o de comer algún platillo con mucho queso tu estómago se empieza a inflar como un globo y además corres al baño pues sientes que estás a punto de tener un momento muy bochornoso, es que tienes bajos los niveles de una enzima.
Así es, no es nada grave, pero si te comento que si los niveles de esa enzima son muy bajos, ya no podrás consumir ningún producto derivado de la leche pues te has convertido en una persona intolerante a la lactosa o como los médicos dicen, absorción insuficiente de la lactosa.
Las personas intolerantes a ella, no pueden digerir el azúcar (lactasa) que contiene la leche. Luego de ingerir productos lácteos, se registra diarrea, gases e hinchazón, detalla la información de Mayo Clinic.
Por lo general, la intolerancia a la lactosa se debe a la escasez de una enzima que se produce en el intestino delgado. Una persona puede tener niveles bajos de lactasa y aun así ser capaz de digerir productos lácteos.
Sin embargo, si los niveles son muy bajos, se produce la intolerancia a la lactosa, y los síntomas comenzarán a aparecer después de ingerir productos lácteos.
Los síntomas de la intolerancia a la lactosa suelen comenzar entre 30 minutos y dos horas después de comer o beber alimentos que contienen lactosa.
Los síntomas más comunes son: diarrea, náuseas, a veces vómito, cólicos estomacales, hinchazón y gases.
Para determinar si eres realmente intolerante, requieres ir a consulta con el médico, quien mediante el estudio de hidrógeno en aliento y de tolerancia a la lactosa podrá confirmar el diagnóstico.
¿En qué consisten dichos exámenes?
El de hidrógeno en aliento, consiste en que luego de beber un líquido que contiene altos niveles de lactosa, se medirá la cantidad de hidrógeno en el aliento a intervalos regulares. Exhalar demasiado hidrógeno indica que no se está digiriendo y absorbiendo completamente la lactosa.
La de tolerancia: dos horas después de beber un líquido que contiene altos niveles de lactosa, se analizará la sangre para medir la cantidad de glucosa en el torrente sanguíneo. Si el nivel de glucosa no se eleva, significa que el cuerpo no digiere ni absorbe adecuadamente la bebida con lactosa.
De acuerdo a Mayo Clinic, las personas con intolerancia a la lactosa causada por una afección preexistente, el tratamiento podría restaurar la capacidad del cuerpo para digerir la lactosa, aunque ese proceso puede llevar meses.
Por otras causas, se puede evitar las molestias de la intolerancia si se sigue una dieta baja en lactosa, como podría ser reducir la cantidad de ésta en la dieta, ¿cómo?, limitando el consumo de leche y otros productos lácteos, incluir porciones pequeñas de estos alimentos en tus comidas habituales o sustituirlos por deslactosados. PdC.