Tienen la forma de un frijol, son dos, miden 12 por seis centímetros y pesan aproximadamente 150 gramos. Pequeños, pero sus funciones son vitales, nomás imagina, entre otras, regulan la presión arterial y tienen que ver con la producción de glóbulos rojos.
Los órganos a los que nos referimos, son los riñones, importantes porque mantienen el equilibrio de nuestro medio interno, es decir, la excreción de sustancias por la ingesta de proteínas; elimina el líquido que le sobra al organismo.
También cumplen funciones de glándula al producir sustancias como la eritropoyetina, que estimula la médula ósea para producir glóbulos rojos; además activa otra hormona que es la vitamina D, la que sirve para la absorción intestinal.
Cuando algo anda mal en ellos, las extremidades inferiores o párpados presentan edema o hinchazón; serían los primeros signos clínicos que evidencia enfermedad renal, comenta el jefe de Nefrología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” del IMSS, Pedro Trinidad Ramos.
Otros síntomas de padecimiento renal es el descontrol de la presión arterial, cambios y frecuencia de orina que puede disminuir o aumentar, así como coloraciones anormales, puede haber hematuria (sangre en la orina) o coluria (orina oscura).
Ante ese cuadro, el también académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Pedro Trinidad recomienda acudir con el especialista, el nefrólogo.
A propósito del Día Mundial del Riñón que se conmemora hoy 10 de marzo, el titular en nefrología de la FM, resalta que algunas de las causas de la Enfermedad Renal Crónica son silenciosas y que desafortunadamente hasta que el paciente llega a una fase tardía externa síntomas, de ahí la conveniencia de una evaluación periódica de la funcionalidad renal.
Y es que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) se ha convertido en un problema de salud pública en nuestro país, ya que la incidencia, es decir, los nuevos casos son de aproximadamente 45 mil personas.
Ante la incidencia de la ERC es que el nefrólogo considera vital la prevención de los principales factores de riesgo como son: diabetes, hipertensión arterial, obesidad y síndrome metabólico.
Es por ello que recomienda que si una persona es diabética, llevar control riguroso de sus niveles de glucosa y en los alimentos no exagerar en el consumo de contenido calórico, ya que se predispone a un descontrol de glucosa que sería tóxico para el riñón (glucotoxicidad).
La mejor forma de cuidar nuestros riñones, aclara, es la prevención o control de la diabetes, la hipertensión arterial, la obesidad y el síndrome metabólico. PdC.