Solo cuando vamos a la playa o a nadar a la alberca pensamos en usar protector solar, sin embargo debido al deterioro de la capa de ozono y que esto provoca que los rayos ultravioleta lleguen con mayor intensidad, es necesario protegerse del sol día a día aun cuando estemos en la ciudad al aire libre.
Por si no lo sabías, resulta que los efectos de los rayos se acumulan día a día, ¡claro! esto no quiere decir que debamos escondernos de él, pero sí tomar las medidas para disfrutar del sol sin exponernos a riesgos que dañen la salud.
La Sociedad Americana de Cáncer sugiere que si vas a pasar tiempo al aire libre hay que poner en acción estos cuatro pasos: ¡Póngase, úntese, colóquese y use!; lo que significa: ¡póngase una camisa!, ¡úntese bloqueador solar!, ¡colóquese un sombrero! y ¡use lentes de sol!
Dentro de lo que cabe, evitar estar bajo la luz solar directa por un periodo prolongado, de ser posible que no sea entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, en este horario la luz ultravioleta es la más intensa.
Para tener una idea de la intensidad de los rayos, se puede hacer la prueba de la sombra: si la sombra es más pequeña que tú, los rayos solares son los más intensos, y es vital protegerse.
¿Por qué? Los rayos UV alcanzan el suelo todo el año, incluso en los días nublados o con poco sol, aunque la intensidad de los rayos UV puede variar dependiendo de donde uno se encuentre.
Por ejemplo, la arena, el agua y la nieve reflejan la luz solar, lo que aumenta la cantidad de radiación UV, estos también pueden atravesar la superficie del agua, de tal manera que se puede quemar incluso si se está en el agua y siente fresco.
Algunos rayos UV también pueden traspasar las ventanas. Los cristales típicos de las ventanas de los automóviles, las casas y las oficinas bloquean la mayor cantidad de rayos UVB, más no una cantidad más reducida de rayos UVA.
Por lo tanto, aun cuando no se siente que se está quemando, la piel pudiera estar sufriendo cierto daño. Los cristales polarizados ayudan a bloquear más rayos UVA, aunque esto depende del tipo de tinte usado en el cristal.
La radiación UV que llega a través de los cristales de las ventanas probablemente no represente un gran riesgo para la mayoría de las personas, a menos que pasen mucho tiempo cerca de una ventana expuesta directamente a la luz solar. PdC.