Al lado de su esposa, su musa discreta, ahora descansa Octavio Paz. En el 108 aniversario del natalicio del Premio Nobel de Literatura, se cumplió una de sus últimas voluntades: que sus cenizas y las de su amada Mari Jo permanecieran juntas.
La Universidad Nacional Autónoma de México recibió las cenizas de Octavio Paz y Marie-José Tramini, con lo que asume el compromiso de velar por ellos y por el legado del poeta mexicano y universal, orgullo nacional.
Resguardará las cenizas del autor de El laberinto de la soledad y de su esposa, en una urna diseñada por el artista Vicente Rojo, como un símbolo de su presencia permanente en sus galerías y patios; para mantenerlas como fuente de inspiración.
Fue el rector Enrique Graue Wiechers de la UNAM, quien recibió las cenizas del Premio Nobel de Literatura. “Qué bueno que hoy sus restos, sus polvos, descansen aquí, junto con aquellos de Marie Jo. Juntos están aquí esos polvos enamorados”.
La pareja vuelve a estar reunida, rodeada de naranjos en un memorial diseñado por su amigo Vicente Rojo. Octavio Paz regresó a la antigua sede de la Escuela Nacional Preparatoria, en donde estudió de 1930 a 1933.
El depósito de las cenizas en ese recinto, será acompañado de la reactivación de la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz.
La fuente que Vicente Rojo diseñó como parte del Memorial, la cual engalana el Patio de los Pasantes, el rector de la UNAM expresó que de alguna forma representa la reunión del artista con Paz; dos amigos de toda la vida. “El destino los reúne, una vez más, en este patio y recinto, en un diálogo entre arte y poesía”. PdC.
