Para quienes amamos a los perros, la propuesta de rescatar a los miles de peludos callejeros y entrenarlos para labores de asistencia, resulta fenomenal. De esta forma se evitaría que fueran sacrificados, maltratados, arrollados en las calles o carreteras y que anduvieran penando estos maravillosos seres vivos.
La idea es que en lugar que los lomitos de la calle sigan sufriendo o sean un riesgo sanitario, podrían desempeñar labores de asistencia social; además de generar una cultura del cuidado animal positiva con valores y responsabilidades civiles para todos.
Y no lo decimos nosotros, los expertos han observado que las mascotas, ya sean perro o gatos, ejercen un poder de apoyo emocional en aquellas personas que padecen problemas de estrés o ansiedad; de hecho muchos sirven también de lazarillos para quienes tienen discapacidad visual o hasta de rescate.
Bueno, pues te platicamos que el senador Ricardo Velázquez Meza solicitó a la Coordinación Nacional de Protección Civil, diseñe una estrategia para la readaptación, adopción, cuidado y entrenamiento de canes en situación de calle.
Esto para que puedan colaborar en diferentes actividades, ya sea como lazarillos para personas con deficiencia visual, rescatistas o detectores de enervantes.
Y es que dice, los animales domésticos sin hogar o aquellos que sufren maltrato por parte de sus propietarios, representan un problema que pasa inadvertido, por la poca atención de la ciudadanía y de las propias autoridades.
Ojalá esta solicitud tenga eco, pues resulta que nuestro país tiene la mayor población de perros en Latinoamérica; la mitad de ésta no tiene hogar o refugio.
Según datos de la Secretaría de Salud, en México hay una cantidad aproximada de 22 millones de lomitos, de los cuales más de 10 millones viven en las calles. Y aunque no se cuenta con una cifra exacta, se calcula que 30 por ciento de los perros tienen dueño, 30 por ciento es comunitario y 40 por ciento viven en la vía pública.
A decir del senador Ricardo Velázquez, la mayoría de los canes llegó a las calles por descuido y negligencia, pues muchas crías sin esterilizar son abandonadas y si sobreviven, en muchos casos, se reproducen y nace otra generación que es relegada a vivir sin un hogar, lo que incrementa poco a poco la población de perros en esta condición.
Y no es que todo se lo dejemos a las autoridades, también nosotros colaboremos y evitemos que siga creciendo el número no solo de perros, también de gatos en las calles.
Este senador que mencionamos presentó un punto de acuerdo para solicitar a la Secretaría de Gobernación, a través de la Coordinación Nacional de Protección Civil, una estrategia para el rescate y readaptación de perros callejeros, a fin de que sean entrenados como binomios caninos rescatistas o lazarillos para personas con deficiencia visual.
Nomás hay que recordar que los lomitos jugaron un papel clave en la búsqueda de personas desaparecidas, tras el grave terremoto de 2017.
Desde esa fecha, comenta, cobraron mayor relevancia en la esfera pública del país, ya que cientos de personas quedaron atrapadas entre los escombros cuando los edificios colapsaron en la Ciudad de México y en estados vecinos, y las autoridades utilizaron a la unidad canina para su rescate.
Otra forma de aprovechar un porcentaje de la población canina callejera de México, insiste Ricardo Velázquez, es mediante el entrenamiento para formar perros guías, también conocidos como lazarillos. Animales de servicio que desempeñan una labor de asistencia muy importante para las personas con discapacidad visual. PdC.