Mujer es…Madre

El ser madre no es nada fácil, no hay un manual que nos diga cómo hacerlo, en qué forma debemos educar, criar, alimentar y solucionar todos los problemas que en el camino se nos van presentando.

Todo lo aprendemos de nuestra mamá que a su vez lo aprendió de la abuela y así por los siglos de los siglos.

La forma de ser mamá ha cambiado, se ha modernizado, ya no es lo mismo que cuando fui niña que con una mirada de mi madre me aplacaba y me ponía en orden.

Es más, no era necesario ni que emitiera una palabra para saber que podría estar en riesgo de castigo, una nalgada o lo que se le ocurriera, jamás con violencia, pero sí con firmeza, que no dejaba duda que ella era la que mandaba.

Las mamás actuales son más de hablar, de platicar, de convencer, creo desde mi punto de vista muy particular, se ha dejado de dar la educación y principios que tuvimos con esas madres estrictas y poco tolerantes, que nos llevaron a entender que no había forma de dialogo y que la palabra de ellas era ley.

Pero también la forma de vernos como mujeres ha cambiado, entendemos que somos valiosas como personas y que de nosotros depende el que el rol de las mujeres cambie para transformarse en generaciones que se amen, respeten, no toleren la violencia y que se transmita esta forma de pensar a las descendientes.

Por eso hay que ser mujeres y madres valientes y cómo podemos serlo, bueno, les comento que encontré en Enfoquelafamilia.com lo siguiente que me pareció interesante y ahora les comparto.

Reconozcamos nuestras virtudes

Cada madre es apasionada, genuina, poseedora de una inmensa capacidad para cuidar, acompañar, luchar, sembrar, cosechar, sugerir, defender y ayudar en la elección de lo correcto.

Sin importar las diferentes características físicas que posean los hijos, descubrimos que hay un impulso especial guardado en nuestro interior que es digno de admirar.

Sanemos los recuerdos y el pasado

Hay que romper con los esquemas negativos que guardamos en la memoria o cualquier tema que nos ha tratado de paralizar o debilitar como mujeres y como madres.

Por el contrario, por nuestros hijos, recapacitemos en todo eso que hasta el día de hoy hemos logrado vencer y sigamos caminando por el mundo con la mirada en alto, con una perspectiva clara del buen trabajo, como mujeres, como profesionistas y como madres.

No hay que rendirnos frente a las dificultades

Cada etapa superada debe ser un logro más en nuestro récord personal, porque lo que hacemos es muy importante y valioso tanto en casa como fuera de ella.

La vida nos muestra siempre otro rostro, solo tenemos que descubrirlo, conocerlo, enfrentarlo y adaptarnos al cambio. Cuando sintamos que la rutina nos ahoga, saquemos esa capacidad creativa para hacer los cambios correspondientes y mejorar el ambiente.

Esperanza
Algunos temores que enfrentamos las madres en el trabajo de educar a nuestros hijos, es la duda ante el conocido proverbio: “instruye al niño en su camino, y aun cuando fuese viejo no se apartará él”. No dudes que verás el fruto de todo lo que has sembrado.

Acepta los errores, pide perdón y deja ir la culpa

Indudablemente hay momentos de agotamiento donde sentimos que se ha hecho de manera equivocada, no hay que rendirnos, sigamos aprendiendo.

Llevemos a los hijos a la independencia paulatina

Observemos a cada uno de nuestros hijos, recordemos que tienen sus propias características, son personas independientes, no son nuestra extensión.

Ellos elegirán su destino, por eso no debemos proyectarnos en ellos. Veámoslos como esas personas especiales, independientes que han puesto en nuestras manos para guiarlos por un período determinado de tiempo.

Hay que amarlos y apoyarlos, con esa energía interior que nos caracteriza, recordemos que los valores morales que les trasmitamos florecerán en el tiempo oportuno.

Enseñémosles valores

Promovamos el respeto, la cooperación, la comprensión, una actitud abierta y de tolerancia, así como de servicio para el bienestar común de ellos en la sociedad en la que se desenvuelven, está será su marca personal, que quedará como legado para este mundo en ellos y en lo que hacen.

No nos olvidemos

Al avanzar en el tiempo y llegar a la etapa de tener hijos adultos, no dudemos en replantearnos y tener una nueva motivación que incluya un tiempo especial para nosotras, y crecer en todo aquello que hemos dejado de lado, es tiempo de avanzar, tiempo de seguir conquistando.

Recuerda que como madre es muy importante no solo reconocerte, sino creer lo valiente que has sido, lo especial que es el rol femenino.

Esto equivale a encontrar la paz total no solo para tu corazón en todo lo que haces, en disfrutar de tus hijos, amándolos y aceptándolos como son, seguir avanzando segura de tu gran aporte y cumplimiento de tu propósito en la vida en todos los ámbitos.

Así que no dudemos ni un minuto en formar hombres y en especial mujeres fuertes, seguros, valientes, con principios y valores que harán que este mundo sea mejor. CM/PdC.

“Una madre es alguien que puede hacer el trabajo de todos, pero cuyo trabajo nadie puede hacer. “ – Anónimo.

Foto de Rdne stock project.

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