El día de hoy hablaremos de un señor árbol que se conoce en el bajo mundo como el árbol de Navidad, que en realidad es el Abeto blanco, esa hermosura en forma de cono piramidal perfecto y de corteza blanquecina y plateada, sí ese que nos regala paz y tranquilidad en el mes de diciembre.
Este señor árbol ha sido apreciado desde todos los tiempos por sus virtudes medicinales; para aliviar problemas respiratorios, fiebre, dolor muscular y reumático.
Crea un efecto simbólico de una sombrilla protegiendo la tierra y atrayendo la energía del Universo; además es hábitat de animales ya que en la noche duermen bajo él brindándoles protección y se dice que ahí mismo se recargan y rejuvenecen.
Es un hermoso ejemplar de la naturaleza que ayuda a reducir dolores por resfriados e influenza, combate gérmenes, bacterias en el aire, artritis, asma, obstrucciones bronquiales, tos, fiebre, oxigena, sinusitis, fatiga muscular, inflamación de cartílagos, entre otros síntomas más.
Su influencia aromática crea un sentimiento de calma, seguridad y poder; estimula la mente mientras el cuerpo se relaja.
Así que estás a unos cuantos meses de elegir un abeto natural para adornar tu casa la próxima Navidad y al mismo tiempo regalar sentimientos relajados a la familia.
La información que manejamos aquí no tiene la intención de ofrecer tratamientos médicos, el uso que se le dé es responsabilidad estricta del lector. VTL/PdC.