La Loca del Gato y otras

¿A quién quiero, al perro o al gato?

Siempre me gustaron los perros y cuando tuve la oportunidad de tener uno bueno, llego la maravillosa Maya que nos ha dado grandes momentos de amor y felicidad. Y no acabó aquí este amor, se presentó Wera y entró como las grandes con todo a nuestras vidas, es la perrita más cariñosa, por lo menos conmigo parece mi sombra, me sigue a todas partes y no me descuida ni un instante.

En lo particular nunca fui fan de los gatos, no me gustaban ni me hacía feliz, la idea de convertirme en una Karen más del mundo gatuno, pero bien dicen que “más pronto cae un hablador que un cojo” y heme aquí siendo esclava absoluta del Sr. Miau, el Panzón más vale gorro que existe y que se sabe querido y mimado porque abusa con toda confianza.

Pensando en mi sentir sobre unas u otro me surgió la curiosidad de si todos en el “mundo mundial” tenemos ese amor-odio por michis o lomitos y como siempre resolví mi duda en master Google, y encontré en Infobae un artículo sobre este tema.

La variedad en el trato hacia los animales es muy amplia y va desde la violencia desenfadada, por suerte cada vez menos frecuente, hasta su contracara: la actitud sumamente tierna con ellos, teniéndolos en un lugar y trato privilegiado.

¿Por qué nos comportamos de esta forma con ellos? ¿Cuál es la verdadera razón para nuestro amor, indiferencia u odio a los perros y gatos?

Cuando establecemos un vínculo con los animales, lo realizamos desde la más profunda intimidad y poniendo muchos elementos que pertenecen a nuestro más recóndito fuero interno. De esa forma se puede explicar cómo algunos preferimos un tipo de animal como compañero de vida y no soportar a otro. Cosa que al inicio me pasó.

La preferencia por los lomitos quizás se deba a la incondicionalidad que uno ve en ellos, a diferencia de la actitud esquiva que algunos identifican en los michis.

Muchas veces la antipatía se fundamenta en una experiencia que no fue agradable en la infancia, donde un minino arisco nos atacó mientras queríamos tocarlo. La preferencia por ciertos animales se debe siempre a que son significativos para nosotros.

Hay personajes en la historia que tuvieron episodios de afecto por algún animalito en particular, por ejemplo:

*Jorge Luis Borges, estaba fascinado por los michis a los que les atribuía una cualidad enigmática, que ha reflejado en su obra literaria.

*Julio Cortázar veía en su gato “Adorno” la expresión de una libertad que deseaba para sí.

*Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, acusaba a los gatos de “narcisistas”. Él tenía una predilección especial por los perros.

Elegimos amar a ciertos animales porque corresponden con nuestra historia; tenemos fobias, aborrecemos u odiamos, por los mismos motivos.

En libros y trabajos de psicoanálisis hay innumerables menciones sobre nuestra relación con los animales. Una de las más famosas es la cita de Serguei Pankeyev que temió ser devorado por los lobos, durante su infancia.

Esto fue tan importante que Freud bautizó su caso como: “El hombre de los lobos”. Si bien los lobos lo angustiaban, durante un tiempo, también los odió e inconscientemente hasta quiso agredirlos.

En cualquier caso, para el padre del psicoanálisis, los animales siempre actuaban como una sustitución de los sentimientos hostiles que las personas guardaban hacia sus respectivos padres.

El afirmaba que muchos sujetos maltratan a ciertos animales, porque representan algo en su historia personal. Tal vez esto comience a explicar la tendencia agresiva, hacia los perros y los gatos, demostrada en los abusadores, los perversos y los asesinos seriales.

Como sea, la ciencia del psicoanálisis brinda una gran lección: detrás de lo aparente, una simple preferencia hacia michi o lomito, o una sensación de rechazo hacia ellos, se esconden razones ocultas mucho más trascedentes, profundas y que son inconscientes.

Ahora podemos entender un poco más porque deseamos estar en más contacto con un peludo o un firulais, así que hagamos un auto análisis y veamos a cuál de estas bolas de pelos queremos tener más cerca.

Y ahora a buscar a mis tres bolitas que están muy silenciosas y como los peques hay que estar al pendiente cuando no hay ruido.

“Para mantener una verdadera perspectiva de los que valemos, todos deberíamos tener un perro que nos adore y un gato que nos ignore.” – Derek Bruce.

Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar