La Loca del Gato y otras

¿Le corto o no el pelo a mi lomito?

Cuando tenemos firulais en casa nos preocupan muchas cosas de su entorno y de su cuidado: cómo lo alimento, qué vacunas le debo poner, cada cuándo lo baño, con qué frecuencia y, cuando tiene pelo largo o aun corto, una de las preguntas es ¿se lo cortó o no y si es así, cada cuándo?

Como ustedes yo también tengo la duda de cada cuándo debo cortar el pelo de Maya y Wera así que para quitarme esa duda como siempre acudí a Master Google y en la página ExpertoAnimal encontré la siguiente información.

Vamos a ver en qué casos no se les debe cortar, las situaciones excepcionales y las mejores maneras de mantener frescos a nuestros lomitos durante la época de calor.

Pelo refrigerante

La doble capa de pelo los aísla del frío; pero también los protege del calor si su manto está libre de pelo muerto, ya que se forma una capa de aire aislante.

Por consiguiente, el cepillado diario del peludo durante el calor será la mejor forma de que esté fresco al tener su manto aireado.

Durante el invierno un par de veces por semana es suficiente, pero el peinado cotidiano durante el verano es imprescindible para la comodidad y salud de vuestro perro.

Pelo protector

La epidermis de los perros es muy sensible a la luz solar. Sin la protección del pelo muy probablemente el perro sufriría quemaduras como consecuencia de los rayos solares.

Por este motivo jamás deberá rapar a máquina a ningún perro, ya que quedaría expuesto a las quemaduras solares y pasaría mucho más calor que cubierto con su pelaje natural.

¿Cuándo debe cortarse el pelo?

En lugar de cortar, mejor apuesta por cuidarlo. Para un manto saludable, los lomitos deben tener su pelaje libre de nudos y enredos. Estos elementos agregan a su alrededor todo tipo de pelo muerto, ácaros y otros parásitos.

Liberar al firulais de estos problemas es imprescindible. Por lo tanto, recortar un poco las zonas enredadas será conveniente. Un cepillado muy a fondo será necesario tras el leve recorte. En casos de enredos graves la visita a un peluquero profesional de estética canina es muy recomendable.

Las excursiones por el parque o el campo propician los enredos. Las espigas, espinas y otros vegetales se adhieren fácilmente al pelo de los perros de pelo medio y largo. Es muy conveniente cepillar al perro tras un paseo.

La playa o el río también influyen mucho en los enredos, ya que durante el verano los perros no dudan en bañarse y luego revolcarse en la arena. Bañar al perro al llegar a casa es obligado.

No olvidemos que con la llegada del verano debemos prestar más atención a nuestro lomito manteniéndolo fresco de forma regular para evitar un golpe de calor.

También es útil recordar que el verano propicia la aparición de parásitos externos. Deberás poner una pipeta a tu perro y revisarle regularmente para detectar los primeros síntomas.

Ya sabemos un poco más sobre qué tan bueno o malo es recortar el pelo a nuestros peluditos, sobre todo si tienen el pelo largo pues hay que tener mayor cuidado.

En el caso de mis peludas, Maya tiene su pelo corto y por lo tanto no hay que recortar tanto, pero lo que es Wera, ¡ah bueno! a ella si hay que recortar y dejarlo lo más corto que se pueda porque esta pequeña sí que tira pelitos de amor por toda la casa.

Maya es un lomito que corre en cuanto ve el cepillo; no sé por qué le desagrada, además es una lucha campal cepillarla, aunque siempre ganamos nosotros y al final la pobre se resigan y toma el cepillado como el castigo que hay que cumplir y no chistar.

Wera es otro cantar, con sus ojotes que me dicen que me ama, se deja sin chistar hacer su correspondiente cepillado.

Como siempre hay que tener a nuestros peluditos llenos de cuidados para que sean unos animalitos felices y protegidos.

“Sé que nadie nunca sabrá quererme así, sin límites, sin fronteras, haga lo que haga, sin pedir, sin esperar nada para sí… Nadie podrá quererme, como mi perro me quiere a mí.” –  Anónimo.

Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

Foto de Yaroslav Shuraev.

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