Pese a lo que se hace para evitar la contaminación del aire, miles, millones de personas continuamos respirando partículas contaminantes que ponen en riego la salud.
En 2022, aproximadamente 99 por ciento de la población mundial vivía en lugares donde no se respetaban las Directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la Calidad del Aire, estimó este organismo internacional.
Aunque en más de seis mil ciudades de 117 países se monitorea la calidad del aire, las personas que ahí viven respiran niveles insalubres de materia particulada fina y dióxido de nitrógeno, en especial quienes habitan en países de ingresos bajos y medianos.
La académica del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, María Eugenia Gonsebatt Bonaparte, comenta que es deseable que en la ZMVM continúe la implementación de medidas para lograr normatividades similares a las que recomienda la OMS, pues hoy los límites de diversos contaminantes están por arriba.
“En partículas PM 2.5 y PM 10, los estándares que tenemos en la Ciudad de México están por encima de los recomendados por la OMS; se han modificado, pero no debemos bajar la guardia, seguir el monitoreo y continuar subiendo los límites de éstos”, alerta.
La experta universitaria considera que se debe continuar con la investigación en la materia, evitar incendios, quema de combustibles al aire libre, disminuir el uso de coches con mala combustión y optar por los autos híbridos o eléctricos, entre otras medidas.
“La OMS tiene mucho interés en que nos protejamos de esta contaminación y ha difundido información para que agencias como la NASA, que tienen satélites en la atmósfera, monitoreen el material particulado en el mundo.
De hecho, hay mapas en tiempo real para que podamos saber la cantidad de este particulado, prácticamente en casi cualquier ciudad en el mundo”, comenta.
El organismo también propone mejorar la eficiencia energética de las viviendas y la industria, la gestión de los desechos municipales para reducir algunas de las principales fuentes de contaminación del aire exterior en las ciudades, e impulsar el acceso a energía doméstica no contaminante, por ejemplo. PdC.
Foto de Ion Ceban.