Tomar o no tomar anticonceptivos es el dilema en el que se encuentra la población femenina en etapa reproductiva, ya que se ha encontrado que éstos aumentan el riesgo de cáncer de mama.
Un estudio reciente publicado en PLOS Medicine revela que la mayoría de estos anticonceptivos aumenta riesgo de cáncer de mamá, independientemente de su formulación.
Hasta hace poco, se asociaba el uso de pastillas anticonceptivas con un ligero aumento en el riesgo de padecer cáncer de mama. Los estudios indicaban que mientras las mujeres tomaban las píldoras anticonceptivas (y poco después), su riesgo de cáncer de mama aumentaba entre un 20 y un 30 por ciento más que el de las mujeres que nunca las habían tomado.
Este hecho se basaba en trabajos previos que demostraban que el uso de la píldora anticonceptiva combinada, que contiene estrógeno y progestágeno, se relacionaba con un pequeño aumento en el riesgo de desarrollar cáncer de mama que disminuía después de dejar de tomarla.
Sin embargo, el reciente estudio publicado por PLOS Medicine sugiere que esto no es así. Al parecer, la mayoría de las formas de control hormonal de la natalidad, independientemente de su formulación, parecen conferir aproximadamente el mismo pequeño aumento en el riesgo de este cáncer.
Gillian Reeves, directora de la unidad de epidemiología del cáncer de la Universidad de Oxford y una de las investigadoras del estudio, señaló que siempre ha existido preocupación por el aumento del riesgo de cáncer de mama al utilizar anticonceptivos.
Sin embargo, un gran estudio realizado en 1996 demostró que este riesgo es transitorio y disminuye después de que las mujeres dejan de tomarlos.
El problema es que en la década de 1990, la píldora combinada que contenía estrógeno y progestina era el principal anticonceptivo oral, mientras que en la actualidad, hay proliferación de opciones de progestágeno solo, como la minipíldora o el dispositivo intrauterino.
“Después de ese estudio de 1996, no sabíamos mucho sobre los efectos de otros tipos de anticonceptivos”, señala Reeves.
Entonces, Reeves y sus colegas quisieron ver si alguna de las opciones modernas de control hormonal de la natalidad marcaba alguna diferencia en el riesgo de cáncer de mama.
Para realizar el estudio, recopilaron datos de una gran base de datos de atención primaria en el Reino Unido llamada Clinical Practice Research Datalink y analizaron todos los casos de cáncer de mama entre 1996 y 2017.
Luego, compararon esos casos con mujeres que no tenían cáncer de mama en una edad similar y la misma clínica de medicina general y compararon sus historiales de prescripción de anticonceptivos.
En términos absolutos, como en estudios anteriores, Reeves descubrió que las mujeres que tomaban cualquier tipo de anticonceptivo hormonal tenían un riesgo relativamente mayor de cáncer de mama, de alrededor del 20% al 30%.
Lo anterior se traduce en que, a pesar de las formas modernas y más nuevas de anticonceptivos hormonales, estos se siguen comportando de manera similar a los que han estado usando las mujeres durante décadas, agrega Reeves. PdC.
Con información de Expok.
Foto de Sophia Moss.