Que levante la mano quien sí lleva al pie de la letra el tratamiento médico cuando se enferma, porque si eres de los que se toma la pastilla cuando se acuerda, esto te interesa. Estudios muestran que la hora del día es clave para recibir un medicamento, ya que puede potenciar o no su efecto.
Administrar un medicamento a la hora correcta puede hacer que tenga mayor eficiencia y menores efectos secundarios para el paciente, se comprobó mediante una investigación de cronoterapia desarrollada en la UNAM y publicada en la reciente edición de la revista Nature Communications.
Lorena Aguilar Arnal, académica del Instituto de Investigaciones Biomédicas y titular del estudio, precisa que se revisó cómo la hora del día tiene un impacto en la eficacia de una terapia orientada a tratar los problemas asociados con obesidad y diabetes.
Es importante la hora del día porque puede potenciar el efecto del fármaco, se puede lograr que baje la dosis y que se tengan menos impactos secundarios indeseados.
Es muy claro en terapias contra cáncer -quimioterapias y radioterapias- donde este campo tiene un potencial de desarrollo grande, explica.
Utilizando un modelo de ratones susceptibles a desarrollar diabetes, la investigadora del departamento de Biología Celular y Fisiología y sus colegas emularon terapias que elevan los niveles de dinucleótido nicotinamida adenina, las cuales actualmente están en sus primeros ensayos clínicos (con pacientes humanos).
Se observó que son eficaces para tratar la resistencia a la insulina, y otros síntomas que vienen con la diabetes, inclusive se dice que son eficaces para perder peso, tratar dislipidemias y el hígado graso.
El trabajo de Aguilar Arnal y su equipo consistió en suministrar a un grupo de roedores de laboratorio un medicamento que eleva los niveles de dinucleótido nicotinamida adenina, cuando empiezan sus periodos de actividad y de descanso.
“Si la terapia se administra justo antes de iniciar su periodo de actividad, es mucho más eficaz que cuando inicia su periodo de descanso”, detalla.
Los datos son importantes para dar soporte al uso de una cronoterapia para este tipo de medicación, además aportan información relevante sobre los mecanismos moleculares por lo que esto sucede en el ratón.
“El mecanismo de acción de las terapias orientadas a regular los niveles de dinucleótido nicotinamida adenina, tienen dianas específicas, es decir, rutas moleculares que están más presentes justo antes de la fase del periodo activo, y precisamente es cuando debes administrar el fármaco”, explica la científica.
Aguilar Arnal recordó que los organismos en general -desde bacterias hasta mamíferos- tienen un reloj interno que conocemos como ritmo circadiano, que funciona como un marcapasos y cuya función biológica es anticiparse a los momentos del día y dar la hora al organismo.
Realiza distintas funciones fisiológicas, bioquímicas y celulares a diferentes horas del día. Por ejemplo, en el caso de pacientes con dislipidemias, la administración de estatinas de liberación rápida es más favorable antes de iniciar el periodo de descanso, porque la biosíntesis del colesterol se lleva a cabo naturalmente por la noche.
El trabajo puede dar un indicio de cómo mejorar el manejo hospitalario, ya que se trata de espacios donde normalmente las terapias se ajustan a los horarios de los médicos y, en general, hay luces encendidas aun en turnos nocturnos, destaca la universitaria.
Como ejemplo, en las unidades de cuidados intensivos de los nosocomios se mantiene constantemente las luces encendidas y esto altera de manera significativa la fisiología de los pacientes.
Hay estudios que sugieren la implementación de protocolos para que en la noche se regule la luz, es decir, disminuir su intensidad y evitar el uso de luz azul.
Si se implementaran este tipo de procedimientos, el manejo de los pacientes mejoraría significativamente porque se podrían preservar, de manera más eficaz, sus ciclos circadianos, asevera Aguilar Arnal. PdC.