No sé si te ha pasado que de repente estás jugando con tu peludo y te muerde la mano, no de forma agresiva, pero al final es una mordida. Y te preguntas ¿qué le pasa a este loco?
La conducta de la mordida es normal en cachorros, pero podría ocultar algo más que una fase del crecimiento. Descubre a continuación los principales motivos
Jugar con tu lomito no solo es divertido para ambos, también tiene otros beneficios. A través del juego, desarrolla su inteligencia, pues aprende normas de conducta y descubre cómo relacionarse con su entorno. Además, se ejercita a medida que gana habilidades y destrezas físicas.
El juego también le permite socializar, ya sea con los humanos u otras mascotas. De esta forma, orienta sus instintos de una manera positiva, libera energía y hace nuevos amigos. A todo esto, hay que añadir que el vínculo entre él y tú se afianza cuando pasan tiempo juntos y se divierten. Pero ¿qué pasa si de forma constante recibes mordiscos? ¿Qué lleva a tu peludito a comportarse así?
Existen varias razones: estrés, dolor o enfermedad, miedo, instintos mal encausados, entre otras.
Instinto maternal: Si acaba de dar a luz, es posible que se comporte de manera agresiva al principio, incluso con los miembros de la familia. El instinto maternal la lleva a querer proteger a sus cachorros, y esto desencadena nerviosismo y ansiedad.
Este comportamiento desaparece a las pocas semanas.
Cerciórate de que tenga todo lo que necesita y evita tomar a los cachorros o acercarte durante mucho tiempo a su nido. Además, procura que la familia canina esté ubicada en un lugar cómodo de la casa, lejos del paso constante de personas y de ruidos molestos. De igual forma, mantén alejadas a personas desconocidas durante esta etapa.
En caso de que debas acercarte para revisar a los cachorros, convence a tu perrita para que se aleje utilizando premios comestibles que le gusten, como pollo o su comida favorita.
Mordiscos por miedo: Un lomito con miedo morderá ante cualquier estímulo que desencadene su ansiedad. Este comportamiento suele ser común si acabas de adoptarlo, sobre todo si era un firulais callejero, pues muchas veces sufren maltratos.
El carácter del peludo adoptado debería cambiar pasados unos pocos días, cuando le des el tiempo de sentirse seguro y conozca su entorno.
Otro motivo para sentir miedo son los ruidos molestos, como los fuegos artificiales o la música con volumen elevado. La agresividad por miedo se desata en estos casos, incluso cuando tratas de calmarlo con juegos.
¿Cómo podemos corregir cuando muerde por miedo? Hay que identificar qué provoca su reacción. Quizá se sienta inseguro cuando realizas gestos bruscos, pones la mano sobre su cabeza o utilizas algún juguete que emita un sonido particular. Evitar el estímulo y escoger gestos más amigables, hará que se sienta seguro.
Mordiscos por instinto cazador: A pesar de estar domesticados, muchos lomitos conservan comportamientos típicos de la caza, los cuales incluso pueden manifestarse en gestos como levantar la pata.
Si tu perro es de alguna raza cazadora, es muy probable que muerda por esta razón hasta convertirse en agresividad depredadora.
¿Tú peludo se avienta sin aparente razón sobre autos, personas y otros peludos? Entonces necesitas modificar este comportamiento de forma inmediata.
Comienza por entrenarlo, ya sea por tu cuenta o contratando a un especialista canino, de esta forma, será más fácil controlar su instinto. Ayúdale a drenar sus impulsos mediante juegos de búsqueda y actividad física. Por precaución, utiliza correa y arnés cuando lo pasees.
Mordiscos por dolor o enfermedad: Si te has preguntado “¿por qué en más de una ocasión mi firulais me muerde jugando?”, entonces acude a tu veterinario para descartar que esté enfermo o herido.
En caso de herida, la reacción violenta se desatará cuando tocas cierta zona del cuerpo, mientras que un lomito enfermo podría morder para que te alejes de él. No lo molestes y programa una cita con el médico lo más pronto posible.
Estos son algunos puntos que debemos tomar en cuenta para ver por qué nuestro perrito nos está mordiendo.
Como siempre digo, hay que estar súper al pendiente de los pequeños detalles que hacen la gran diferencia para que la manada este bien.
En otra entrega te platicaré sobre otras causas por las que los lomitos nos pueden morder.
“Un perro es una sonrisa y una cola que se mueve alegremente… lo demás ¡No importa!” – Anónimo.
Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.
Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…
Fuente: Soyunperro.com
Foto de Josh Sorenson.