Al Paciente con Amor

El bueno y el malo…

Es clásico que los fines de semana se conviertan en toda una delicia por las comidas que se acostumbra a consumir: que si las carnitas, que si el chicharrón, que si los tacos de chorizo, que si los de bistec con longaniza, que si la sopa de médula…no cabe duda son riquísimas, pero desafortunadamente contienen algo que es dañino para nuestra salud si se comen en exceso, el colesterol.

 Pero, ¿qué es?

El colesterol es una sustancia presente en todas las células; ayuda de múltiples maneras al cuerpo humano y es producido mayoritariamente por el hígado, aunque también puede entrar a nuestro organismo a través de los alimentos.

Por ello es importante conocer más acerca de él para cuidar nuestro cuerpo y reducir el riesgo de padecer hipercolesterolemia, es decir, alza en los niveles de colesterol en sangre.

¿Lo sabías…?

 Existen dos tipos de colesterol: el LDL, comúnmente conocido como “malo”, y el HDL, también llamado “bueno”.

*LDL, el colesterol que viaja en lipoproteínas de baja densidad (LDL por sus siglas en inglés). Es el encargado de transportar el colesterol a los tejidos, pero se le denomina “malo” porque cuando sus valores son elevados logra penetrar en las arterias provocando complicaciones.

*HDL, colesterol que viaja a través de lipoproteínas de alta densidad (HDL por sus siglas en inglés). Es el llamado “bueno” por ser el que extrae el exceso del colesterol de las arterias y tejidos del cuerpo, regresándolo de forma segura al hígado, desde donde es expulsado a través de la bilis.

Ambos tipos son necesarios para el cuerpo, sin embargo, se debe procurar que el colesterol total esté por debajo de 200 mg/dl y el LDL por debajo de 130 mg/dl, pues los niveles elevados (hipercolesterolemia) favorecen la aparición de factores de riesgo asociados con complicaciones cardiovasculares futuras, como hipertensión arterial.

¿Cómo mantener a raya al malo?

 Evitar las grasas trans que se encuentran en frituras, masa refrigerada, manteca vegetal, crema para café, entre otros.

*Limitar el consumo de grasas saturadas en queso, salchicha, comidas preparadas con manteca de cerdo, aceite vegetal o mantequilla, etcétera.

*Llevar una dieta rica en grasas buenas, consumiendo aguacate, nueces, semillas, aceite de oliva, entre otros.

*Con ejercicio recurrente, se recomiendan mínimo 30 minutos al día.

*Evitar fumar, ya que la exposición prolongada al humo, de forma activa o pasiva, puede reducir los niveles de HDL.

Ante cualquier malestar, lo mejor será acudir con el médico y si sospechas que puedes tener hipercolesterolemia solicita que te realicen una prueba de sangre para medir tus niveles de colesterol. PdC.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar