Hace muchos, pero muchos, muchos años era impensable que el agua pudiera acabarse, sin embargo, uno de los grandes problemas que enfrentamos las nuevas generaciones es la falta de agua para cubrir las necesidades más elementales.
Y es que la población a nivel mundial ha crecido a tal grado que este recurso natural cada vez se hace más escaso no solo como lo decimos para tareas como bañarnos, beber, lavar… sino también para la producción de los alimentos que requerimos para vivir.
Porque no solo se gasta agua para el baño diario o para preparar nuestra comida, también se necesita para producir cada alimento que nos llevamos a la boca.
Como lo señala la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el agua es un elemento fundamental para cultivar los alimentos que consumimos diariamente, pero, ¿sabes cuánta agua se necesita para producirlos?
Cuando hablamos del agua en la producción de alimentos normalmente pensamos que solo se utiliza para regar los cultivos, pero su uso va más allá…
Resulta que este líquido vital es necesario en toda la cadena productiva, desde la siembra hasta que llega a nuestras mesas.
¿Lo sabías…?
El 77 por ciento del agua dulce disponible en nuestro país se utiliza para el riego agrícola. Y es que cada fruta, verdura, vegetal o grano requiere cierta cantidad de ella.
Para conocer sobre cuánta agua se utiliza para generar un bien o servicio existe el término “huella hídrica”.
Es como un termómetro que mide o calcula el volumen de agua dulce que se usa de manera directa e indirecta para la producción de un bien o servicio, más los consumos de todas las etapas de la cadena productiva.
¿Cuánta agua se utiliza en la producción de alimentos?
Por ejemplo para una manzana de 100 gramos se utiliza 70 litros de agua; para un huevo (40 g) 135; maíz (500g) 450 litros; para una jarra de café 840; arroz, medio kilo, 1,700 litros; y para un kilo de carne de bovino se utiliza 15 mil litros de agua.
El ahorro de agua no solo debe ser cuando nos bañamos, nos lavamos la boca, la ropa, el carro, limpiamos la casa, también debe ser cuando comemos; procurar no dejar comida en el plato, ya que desperdiciar los alimentos equivale a tirar miles de litros. PdC.
Foto de Tom Swinnen.
