CDMX, Diciembre 24/23.- Santa Claus se ayuda de la teletransportación cuántica para visitar a millones de pequeños en el planeta. Aunque te parezca increíble el viejito bonachón se apoya de la física. Tiene que ser así, porque ¿de qué otra forma cada niño recibiría su regalo?
El investigador del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, Humberto Saint-Martin Posadas explica cómo es que Papá Noel le tendría que hacer para en una noche llevar tantos regalos a cada rincón del mundo donde vive un niño.
Para que en la noche de Navidad los niños del mundo puedan recibir un regalo de Santa Claus, quien vive en el Polo Norte, tendría que viajar a la velocidad de la luz o usar la teletransportación cuántica para recorrer el orbe.
Calculando a qué velocidad de la luz tendría que trasladarse para recorrer un país del tamaño de México, de Tapachula a Tijuana (aproximadamente tres mil kilómetros) necesitaría cien segundos, sin hacer escalas, dejando solo un artículo en cada ciudad.
Si consideramos solo las capitales de los estados, hablamos de 33, entonces tendría que desplazarse en tres segundos por cada una, siempre y cuando estuvieran alineadas y fueran equidistantes (a la misma distancia).
Es decir, requeriría ese tiempo solo para viajar, pero faltaría más para dejar los regalos, estima el investigador.
Al plantear que, en teoría, los infantes se duermen a las nueve de la noche y despiertan a las 9 de la mañana, hay 12 horas de oportunidad para acudir a todas las capitales y repartir los juguetes, siempre y cuando cuente con un equipo de personas por cada entidad.
La entrega de los obsequios también es posible resolverse con las leyes físicas conocidas, al aprovechar un fenómeno que inclusive fue galardonado con el Premio Nobel de Física 2022: la teletransportación cuántica, dice el investigador del Departamento de Biofísica y Ciencia de Materiales.
Más allá de la fantasía, Saint-Martin Posadas externa que la velocidad de la luz y el uso de la tecnología cuántica podrían explicar que San Nicolás pueda visitar a millones de niños de manera simultánea para entregar, al menos, un saludo, toda vez que el tiempo deja de ser un problema.
Hay dos escenarios: viajar a una velocidad tan alta que el tiempo de recorrido no sea un problema; o bien, teletransportarlos cuánticamente, es decir, crear un estado cuántico en un lugar que permita la comunicación con otros sitios. Esta opción supera la posibilidad de la velocidad de la luz, aclara. PdC.
