La falta de una cultura de donación de órganos pone en un hilo muy delgado la vida de muchos pacientes.
Y es que cuando el único tratamiento que hay para salvar la vida de un enfermo es la donación, el futuro de esa persona se vislumbra incierto pues en nuestro país es bajo el número de estos “regalos de vida” en comparación con la alta demanda de ellos.
La falta de donaciones se pone de manifiesto en datos como estos: la tasa de trasplantes renales (tanto vivos como cadavéricos) es de 22.4 por millón de habitantes en México, en comparación con Argentina que es de 37.1 por ciento, y en Uruguay, de 44.3 por ciento.
La donación de órganos en nuestro país registra tasas extremadamente bajas en comparación con naciones con condiciones socioeconómicas similares, señala el académico de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Omar Sánchez Ramírez.
Y si a la falta de una cultura de donación le sumamos el impacto que tuvo la pandemia en el trasplante de órganos, tejidos y células, la situación se torna muy difícil para los miles de pacientes que se encuentran en una lista de espera muy larga.
Es por ello que la senadora Nuvia Mayorga Delgado presentó un punto de acuerdo para solicitar a la Secretaría de Salud, a través del Centro Nacional de Trasplantes, que fortalezca las campañas, programas de acción y de difusión sobre la importancia de la donación de órganos, tejidos y células.
Nuvia Mayorga considera necesario promover el registro de donadores voluntarios en todas las regiones del país, que se ofrezcan condiciones de accesibilidad y agilidad en los trámites, y se implemente la semana nacional de concientización en este tema.
En el documento, que fue turnado a la Segunda Comisión de la Permanente, la legisladora dijo que la Secretaría de Salud reportó que en 2021 casi se duplicó la recepción de órganos y tejidos respecto a 2020, al pasar de 666 a mil 156, y las intervenciones quirúrgicas se incrementaron de mil 847 a tres mil 457 en el mismo periodo.
Mencionó que los trasplantes tuvieron una disminución en la emergencia sanitaria, pues al inicio de la pandemia sólo se realizaron intervenciones urgentes o asignaciones prioritarias a personas en condiciones críticas que requerían un corazón, un hígado, un riñón, una córnea, así como en pacientes pediátricos. PdC.
Foto de Puwadon Sang-ngern.