¿Sabías que posiblemente al momento de comer y disfrutar, por ejemplo, un rico coctel de mariscos o cualquier otro platillo que esté elaborado con productos del mar, sobre todo si son muy exóticos, estamos “apoyando” la pesca ilegal? ¡Upsss!
Veamos cómo es que a la hora que pedimos un sabroso plato de abulón o de camarón siete barbas o de mero, estamos incentivando esta práctica.
CDMX, Enero 11/24.- Para empezar, has de saber que la pesca ilegal se “salta” la normativa nacional, internacional y del programa de manejo de un área natural protegida cuando se utilizan artes no reglamentadas, como el cloro, para hacer que los pulpos salgan de una cueva.
Este tipo de pesca pone en peligro la viabilidad de numerosas especies marinas.
Cuando se captura cierta especie en una época en la que está prohibido porque está en periodo de reproducción, conocido como veda; “al ignorar esa prohibición se pone en riesgo la siguiente generación de los diferentes animales y se reduce la producción”.
Alerta el investigador del Instituto de Geografía de la UNAM, José Manuel Crespo Guerrero, quien explica que otra manera de ilegalidad es superar la cuota, es decir, cuando se pasa de cierto tonelaje ya establecido de una especie en un periodo, también ya marcado; lo que da una sobre explotación.
O bien, capturar las prohibidas, como la totoaba o la vaquita marina; especies en peligro de extinción.
De igual forma, los pescadores y organizaciones legalmente constituidas con permisos o concesiones pesqueras están obligados a declarar lo que capturan; no obstante, no todos lo hacen.
La pesca no reglamentada es cuando se captura una especie sin ningún tipo de normativa.
En riesgo especies y humanos
El investigador cuenta que hace unos años, en México no se pescaba medusa porque no hay una tradición de consumo, al igual que en los países vecinos o cercanos, pero había demanda por parte de China donde sí se consume. Lo mismo ocurrió con el pepino de mar: de permisos de fomento se pasó a su explotación comercial.
Se estima que uno de cada cinco peces capturados proviene de la práctica ilegal.
“Cuando ese pescado termina en nuestros platos, somos cómplices involuntarios de prácticas insostenibles y a menudo delictivas, que dañan nuestro bienestar futuro y la sostenibilidad de nuestro planeta”, establece la Organización de las Naciones Unidas.
En México se desconoce con exactitud el volumen de esa actividad, pero las especies más afectadas son las de alto valor económico: abulón, langosta, pepinos de mar, camarón siete barbas, pulpo y mero, señala el experto, José Manuel Crespo.
Pero no solo es el peligro para las especies, a decir del investigador, también se pone en riesgo la seguridad del consumidor. Por ejemplo, porque desconocemos de dónde proviene el producto o si las técnicas con las que se capturó son peligrosas para nuestra salud.
Fuente vital
La pesca proporciona una fuente vital de alimentos, trabajo, ocio, comercio y bienestar económico a lo largo del planeta.
En un mundo donde el crecimiento de la población es constante y el hambre un problema persistente, el pescado se ha constituido en un importante producto para conseguir la seguridad alimentaria.
Sin embargo, los esfuerzos de la comunidad internacional para asegurar la pesca sostenible se ven amenazados por actividades pesqueras ilegales, no declaradas y no reglamentadas, como estableció la ONU.
Leamos las etiquetas
En países europeos, como España, las etiquetas de los productos del mar permiten conocer su origen, el arte con que se capturó, las empresas que intervinieron en la pesca y el transporte, es decir, muestran la “trazabilidad” o posibilidad de seguir el “rastro” del pescado o marisco desde su origen.
Es ahí donde México debe invertir: en el conocimiento de la producción y distribución de pescados y mariscos, hace hincapié el investigador José Manuel Crespo Guerrero.
Refiere que la trazabilidad es la mejor herramienta que hoy tiene el ciudadano para saber qué es lo que consume y determinar qué tipo de producción quiere fomentar, para consumir de forma responsable, concluye el científico.
Para que no se nos olvide:
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la pesca ilegal es la responsable de la pérdida de 11 a 26 millones de toneladas anuales de pescado, cuyo valor económico estimado es de 10 mil a 23 mil millones de dólares. PdC.
Foto de Low and Slow Life.