Desafortunadamente, las articulaciones y la limpieza de la casa no se “llevan bien” y es que cuando se padece de artritis tener el hogar aseado es todo una odisea.
Los síntomas de artritis reumatoide como el dolor, el agotamiento físico, la rigidez y la falta de fuerza muscular pueden hacer que sea difícil realizar muchas de las actividades cotidianas.
Con frecuencia, la limpieza es una de las tareas más problemáticas, dado que exige que te estires, te agaches, sujetes cosas, exprimas, lo afecta a las articulaciones.
Por suerte, cambiar la manera en la que se hace la limpieza puede hacer que la tarea resulte más fácil y menos dolorosa, Mayo Clinic sugiere algunos cambios para proteger las articulaciones, sobre todo en aquellas personas que padecen artritis.
Tomar tiempo
En lugar de dedicar un día entero a la limpieza de la casa, asea solo un área o habitación por día y concéntrate en las áreas de mucha circulación. Varía las tareas y los movimientos que realizas para no abusar de ninguna articulación. Toma descansos frecuentes.
Planifica con anticipación
Ser estratégico con la limpieza puede ayudar a reducir al mínimo el tiempo y el esfuerzo que dedicas a cada tarea.
Almacena suministros de limpieza duplicados en cada nivel. Guarda un juego completo de suministros e instrumentos de limpieza en cada piso. Esto reducirá la cantidad de veces que tengas que subir y bajar las escaleras.
Selecciona instrumentos de mango largo. Utiliza trapeadores, recogedores y escobas con mangos largos. Incluso hay algunos productos para quitar el polvo que vienen con mangos largos para que no tengas que agacharte ni estirarte.
Ten cuidado en el lavadero. Los recipientes más pequeños de detergente concentrado son más fáciles de levantar. Si tienes una lavadora y una secadora de carga frontal, hacer arreglos para que las coloquen a un nivel más alto que el piso facilitará el acceso.
Elige una aspiradora liviana. Un modelo liviano hará que esfuerces menos las articulaciones. También podrías optar por una aspiradora robótica, que permite limpiar sin usar las manos.
Utiliza una mecánica corporal adecuada.
Protege tus articulaciones y músculos con estos consejos:
Cuando levantes algo, dobla las rodillas. Esto protege tu espalda. Además, levanta solo cargas livianas y mantenlas cerca de tu cuerpo.
Mantén los brazos cerca del cuerpo. Esto minimizará la tensión en los hombros. Si es posible, lleva los objetos al nivel de tu cintura en lugar de extender los brazos hacia arriba y hacia afuera.
Pasa la aspiradora cuidadosamente. No te inclines hacia adelante ni muevas la aspiradora solo con el brazo. Párete derecho y camina hacia adelante y hacia atrás con la aspiradora.
Evita arrodillarte sobre ambas rodillas. Trata de arrodillarte sobre una rodilla a la vez. Usa rodilleras o un cojín.
Alterna extremidades y posiciones. Alterna entre usar la mano izquierda y derecha, y entre sentarte y pararte. Además, alterna entre diferentes tipos de movimientos, por ejemplo, barrer el piso y secar los platos.
Empuja, no tires. Empujar elementos implica menos esfuerzo para tu cuerpo.
La actividad física es una excelente manera de controlar los síntomas de la artritis reumatoide, y la limpieza te mantiene en movimiento. Al hacer pequeños cambios en la forma de limpiar, puedes aprovechar los beneficios de la actividad y minimizar el impacto en tus articulaciones. PdC.
Foto de Vivaan Rupani.