“La vegetariana” de Han Kang es una novela que puede ser vista como desconcertante, incómoda, y no apta para todos los lectores, pero que, sin duda, merece ser leída.
“La vegetariana”, en apariencia sencilla, gira en torno a Yeong-hye, una mujer que un día decide dejar de comer carne. Sin embargo, este acto aparentemente trivial es solo el detonante de una transformación mucho más profunda, que lleva a la protagonista a rechazar las convenciones sociales y familiares que la asfixian, con un propósito último: despojarse de su humanidad y asimilarse a una planta.
La trama está narrada desde tres perspectivas: la de su esposo, su cuñado y su hermana, sin que Yeong-hye tome la palabra directamente, salvo a través de sus sueños. A medida que avanza el relato, queda claro que lo que está en juego no es solo su decisión dietética, sino una renuncia total a las normas y expectativas impuestas por su entorno. Su negativa a comer carne es el primer acto de rebeldía de una mujer que, hasta ese momento, había vivido en la sumisión más anodina. Su marido la describe casi como un objeto decorativo en su vida, alguien que cumplía su rol sin cuestionamientos. Sin embargo, con la decisión de dejar de comer productos animales, Yeong-hye desata una serie de consecuencias que revelan la violencia latente en las relaciones humanas, incluida la doméstica.
El estilo de Han Kang es delicado, casi poético, pero contrasta con la dureza de los temas que trata. La violencia, tanto física como psicológica, está omnipresente, pero Han Kang evita ser explícita en sus descripciones. En lugar de ello, utiliza el cuerpo de Yeong-hye como campo de batalla en el que se desarrolla una lucha entre la opresión social y la libertad individual.
A medida que su cuerpo se va debilitando por la falta de alimento, su mente se fortalece, ganando una claridad y determinación que desconcierta y alarma a quienes la rodean.
“La vegetariana” aborda, además, cuestiones de género. Aunque mucho de lo que le sucede a Yeong-hye podría aplicarse a cualquier persona, el hecho de que sea una mujer enfatiza la manera en que las mujeres son objeto de control y sometimiento en la sociedad. Yeong-hye es castigada por su decisión de romper con las expectativas, y quienes la rodean intentan doblegarla a través de la fuerza física y emocional.
“La vegetariana” es también una reflexión sobre la naturaleza humana y su relación con la violencia. A través de los ojos de su cuñado, la novela explora el deseo de Yeong-hye de escapar de su humanidad, de dejar de ser un “animal” para convertirse en un ser inofensivo, sin la capacidad de infligir daño a otros. Pero incluso este anhelo de pureza es malinterpretado y explotado por quienes la rodean.
Termino, “La vegetariana” es una novela inquietante que desafía al lector a mirar más allá de la superficie. Han Kang nos obliga a confrontar preguntas incómodas sobre el cuerpo, la identidad, y la libertad, en una narración que, aunque breve, es densa en significado y provoca una reflexión profunda sobre la condición humana.
Han Kang (Gwangju, Corea del Sur, 1970) empezó su carrera como novelista al ganar el concurso literario de primavera Seúl Shinmun en 1994. La vegetariana, su primera novela traducida al inglés, ganó en 2016 el Premio Booker Internacional. Su siguiente novela, Actos humanos, le valió el Premio Manhae de Literatura de Corea y el Premio Malaparte en Italia en 2017. El libro blanco fue finalista del Booker International en 2018. La autora ha recibido también el Premio Yi Sang, el Premio Artista Joven del Año, el 25.º Premio de Novela Coreana, el Premio de Literatura Hwang Sun-won y el Premio de Literatura Dong Ri. Ha trabajado como profesora en el departamento de Escritura Creativa del Instituto de las Artes de Seúl hasta 2018 y en la actualidad se dedica por completo a la escritura. Ha sido publicada en más de treinta idiomas. Es Premio Nobel de Literatura 2024. PdC.
Escrito por B. Del Ángel.