La Libreta del Cine

Horizonte: Una leyenda americana

Kevin Costner vuelve al género que lo ha llamado una y otra vez a lo largo de su carrera: el western. Esta vez, con Horizonte: Una leyenda americana”, pretende ofrecernos una epopeya en cuatro partes que promete recorrer el vasto paisaje estadounidense del siglo XIX. Pero, a pesar de lo ambicioso del proyecto, este primer capítulo no logra encender la chispa de emoción que uno esperaría de una historia de esta magnitud.

El guion, coescrito por Kevin Costner y Jon Baird, presenta una avalancha de tramas que, aunque aparentemente independientes, pretenden entrelazarse en futuras entregas. Entre ellas, encontramos a Frances Kittredge (Sienna Miller), cuya familia es atacada por nativos americanos, y a Lucy (Jena Malone), en una cruzada de venganza tras un acto cruel. Mientras tanto, Matthew Van Weyden (Luke Wilson) lidera a un grupo de colonos hacia su nuevo hogar, y Kevin Costner aparece a mitad de la película como Hayes Ellison, un hombre de pasado incierto, pero con un dedo rápido para el gatillo. Su historia se entrelaza con las demás, aunque de manera torpe y sin mucho impacto.

El principal problema de Horizonte: Una leyenda americana”, es su ritmo. Con una duración de 181 minutos, la película se siente pesada y carente de urgencia. En lugar de sumergirnos en un mundo emocionante, repleto de personajes complejos y conflictos intensos, Kevin Costner y Jon Baird nos bombardean con monólogos interminables y diálogos insulsos que apenas raspan la superficie de las emociones de los personajes. Y aunque el género western es famoso por sus paisajes deslumbrantes y su poderosa cinematografía, aquí, las imágenes, aunque bellas, carecen de la energía necesaria para mantener la atención del espectador.

Los paisajes de Wyoming teñidos de colores otoñales son visualmente agradables, pero la dirección de Kevin Costner y la cinematografía de J. Michael Muro no logran aportar la grandeza épica que se espera de una producción de este tipo. Horizonte: Una leyenda americana” parece atrapada en un sin fin de imágenes estáticas, con poca variedad en los encuadres y movimientos de cámara repetitivos que hacen que el vasto oeste se sienta sorprendentemente pequeño y estéril.

El elenco, compuesto por nombres reconocidos, tampoco logra salvar la película. Luke Wilson, en el papel de Matthew Van Weyden, no consigue desprenderse de su personalidad habitual, haciendo que su interpretación se sienta fuera de lugar. Sam Worthington también se pierde en su papel, sin aportar una personalidad clara a su personaje. Lo más desconcertante es la actuación de Kevin Costner, quien parece anclado en una cadencia anacrónica que desentona con el resto de la película.

Sin embargo, no todo es negativo. Abbey Lee, en el papel de Marigold, aporta una dosis de humanidad a un personaje que fácilmente podría haber sido un cliché. Y Owen Crow Shoe, como Pionsenay, ofrece una interpretación conmovedora en una escena íntima con su padre que destaca en medio de tanta mediocridad.

Termino, Horizonte: Una leyenda americana” ofrece destellos de algo prometedor, pero está lastrada por su propia falta de energía y dinamismo. Con una duración excesiva y una narrativa dispersa, este capítulo inaugural se siente como un western que no logra montar a caballo, dejándonos más cansados que emocionados por lo que vendrá. Prescindible. PdC.

Crítica de Antelmo Villa.

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