CDMX, Noviembre.- “Más vale prevenir que lamentar”, es un dicho que hemos escuchado siempre, sin embargo no se le da la dimensión que merece. Y es que si cada día de nuestra vida hiciéramos algo por nuestra salud, ésta sería mejor. ¿Cómo?, con pequeños cambios día a día.
Mire usted, por ejemplo, la diabetes o la obesidad, entre otros males, se pueden prevenir, es más se pueden controlar con cambios en el estilo de vida, es decir, con buenos hábitos de alimentación y con media hora diaria de ejercicios.
No se asuste!!!, tener buenos hábitos de alimentación no significa comer sólo lechugas o dejar de comer, ni ejercitarse quiere decir que tenga que ir al gimnasio a matarse con movimientos extenuantes.
Un buen estilo de vida para prevenir o para controlar estas enfermedades, si es que ya se padece, se basa en incorporar a nuestro menú, frutas, verduras, granos enteros, lácteos reducidos en grasa, frijoles y carnes magras (los mexicanos la conocemos como maciza); y con media hora de caminata rápida por lo menos cinco días a la semana.
Ojo! si usted quiere añadir otro tipo de ejercicio vigoroso, consúltelo con su médico o hágalos con precaución, sobre todo si es de edad avanzada.
No echemos en saco roto lo que nos aconsejan los médico y los expertos en nutrición, porque de verdad que el problema de obesidad en el país es muy grave, y es que las estadísticas muestran que casi todos estamos “gordos”.
La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición “mostró que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos mexicanos de 20 años y más es de 72.5 por ciento (75.6 mujeres y 69.4 por ciento hombres).
La obesidad no solo se queda en tener “lonjitas”, sino en los otros padecimientos que se desencadenan: diabetes tipo 2, hipertensión arterial, apnea del sueño, fallos hepáticos, afecciones musculoesqueléticas, depresión y ansiedad.
De 1975 a la fecha las personas con obesidad “se han triplicado en el mundo y, por tanto, se le cataloga como una pandemia no infecciosa” debido a que hoy consumimos una gran cantidad de alimentos ultra procesados cargados en sal, azucares y grasas, además del sedentarismo, alerta la académica de la Facultad de Psicología (FP), Cecilia Guadalupe Silva Gutiérrez. PdC.