CDMX, Diciembre.- Cuando los padres se encuentran en proceso de divorcio, la razón es lo que menos impera; las emociones y los sentimientos se mantienen a flor de piel, cegándose por completo; ante la vorágine de desencuentros los hijos siempre serán las víctimas, los que menos ganen por partida doble.
Los pequeños terminan en medio de dos batallas, y es que siete de 10 parejas que se divorcian en México, utilizan a sus hijos como una herramienta para golpear emocional, económica y familiarmente a la contra parte, a la ex pareja.
Además de ser utilizados por los padres para agredir a la pareja. Las formas más frecuentes son hablar mal del otro con los hijos. El clásico, “tu padre no sirve para nada, es un borracho, un flojo”. Comparar: “Tan inútil como tu madre”. Chantajes: “¿Por qué no me quieres como a ella?”. Peleas y agresiones verbales estando presentes los niños. Secuestro de los hijos por alguno de los cónyuges, en el peor de los casos.
Aunque la mayoría no lo hace de manera consciente, pues en ese momento la razón es lo que menos hay, al final los daños, principalmente en los niños, son considerables, ya que les generan lesiones emocionales.
Los trastornos que las especialistas del CEEPI han observado es baja autoestima, insomnio, ansiedad, aprovechamiento escolar bajo, aislamiento, se vuelven muy agresivos y dicen odiar a todo mundo.
“Un niño que es agredido de esta manera presentará afecciones emocionales serias que si no se tratan, se revertirán hacia los padres”
Por eso la función de instituciones como CEEPI es primero hacer conciencia en las parejas sobre las secuelas que producen sus actos en sus hijos, y en segundo término, que los niños recobren la confianza tanto en sí mismos, como en sus padres mediante terapias de juego, principalmente, explican las expertas.
Y es que en su práctica clínica en el Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), se ha notado que es enorme el nivel de agresiones entre las parejas, no importa si tienen o no estudios académicos, tampoco la condición socioeconómica ni religiosa.
Comentan que en México, la tasa de divorcios se ha incrementado de forma exponencial. Casi la mitad de las parejas que contraen nupcias terminarán por divorciarse antes de cumplir cinco años de casados.
Motivos para el divorcio
Los principales motivos para divorciarse (en parejas con hijos), según datos de CEEPI son:
*Relación con la situación económica que es precaria.
*Una mala sexualidad (que puede producir infidelidad).
*Y falta de intereses comunes para asimilar la vida.
“La mayoría de las parejas no tienen tolerancia a la frustración, no tienen paciencia y anteponen sus intereses personales a los del otro e incluso a los de sus hijos; en otras palabras, son muy narcisistas”.
Ante el panorama, las psicólogas del centro consideran que las parejas que viven un conflicto así, deben analizar sus actos y si no son incapaces de detener su nivel de agresión, lo mejor será acudir con algún profesional de la salud mental. PdC.
