¿Cómo te caería en este momento un abrazo que no sólo rodee tu cuerpo, sino que apapache tu corazón? Todos los días y en cualquier momento un abrazo sincero siempre es bienvenido, como hace 36 años que por primera vez un 21 de enero como hoy, pero de 1986 se celebró el “Día Internacional del Abrazo”.
En el pueblo de Clio en Michigan tiene como origen esta celebración que se popularizó en los Estados Unidos gracias al Calendario de eventos Chase, una publicación que presentaba todas las festividades locales del año.
La festividad fue creada por Kevin Zaborney, el estadounidense quien preocupado por las pocas muestras de afecto que realiza la gente en público y entre la familia, pensó crear la celebración que daría una excusa para dar un abrazo.
Para abrazar a los que queremos cualquier momento es propicio, sobre todo si sabemos los beneficios de tipo psicológico que genera personalmente y a quienes “apapachamos”.
Les platico que un abrazo aporta seguridad y confort; cuando abrazamos a alguien o nos abrazan, el cerebro segrega dopamina y serotonina, sustancias que reducen el estrés y juntas nos proporcionan calma, tranquilidad y sosiego.
Cubre necesidades afectivas; las personas que no muestran afecto sufren de algo que en psicología se conoce como hambre de piel, que no es otra cosa que la necesidad de contacto humano.
Un abrazo nos hace mantenernos felices y funcionales cada día; permite a las personas tímidas entrar en confianza, espontáneos y seguros de sí mismo.
Si no fuera por el COVID y el temor a contagiarnos, te sugeriríamos que abraces a los amigos o a tu familia, sin embargo lo podemos hacer con palabras o con gestos de cariño; quizá no te abracen físicamente, pero sí abrazan el alma y te hacen sentir mejor. PdC.
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