Recuerdo que en una ocasión una persona me platicó que su abuela recolectaba el agua de lluvia para limpiar el inodoro, los pisos y hasta para lavar su cabello porque tenía la creencia que con ella se mantenía saludable y brillante.
Quizá antes, no existía tanta contaminación como la que ahora tenemos y era buena utilizarla para lavarse el pelo, sin embargo, los expertos sugieren no usar el agua de lluvia para beberla, preparar comida, lavar trastes o bañarse.
Ellos argumentan que la lluvia al caer en los techos de las casas, puede arrastra contaminantes, como por ejemplo caca de pájaros, por lo que puede transportar bacterias, parásitos, virus y sustancias químicas que podrían provocar alguna enfermedad.
Y es que no solo es recolectarla en una cubeta y luego almacenarla pues resulta que el polvo, el humo y las partículas del aire pueden contaminar el agua de lluvia antes de que esta llegue al techo.
Los materiales para techado, canaletas, tuberías y materiales de almacenamiento pueden introducir sustancias dañinas como asbestos, plomo y cobre en el agua.
La suciedad y los microbios pueden llegar al agua de lluvia recolectada desde el techo, particularmente si llueve después de varios días de tiempo de sequía.
Y bueno, esto viene a colación pues se ha presentado una iniciativa para promover programas de aprovechamiento de agua de lluvia, esto debido a que la escasez del líquido cada vez es más grave.
La senadora Verónica Delgadillo García, presentó en la Comisión Permanente una iniciativa para que se promuevan programas para recolectar agua de lluvia mediante sistemas de captación, almacenamiento y filtrado.
La idea es que se priorice las viviendas con escasez de agua o que no cuenten con servicios de agua potable.
Y es que en nuestro país, la escasez del líquido se intensifica con el paso de los años a tal grado que el 77 por ciento de la población vive en regiones con poca agua.
Y de acuerdo con los resultados de la Encuesta Inseguridad de Agua en el Hogar en México, el 72 por ciento de la población mexicana está preocupada por no tener agua para cubrir todas sus necesidades.
El derecho al agua se encuentra reconocido en una serie de instrumentos internacionales que México ha suscrito, señaló la legisladora, pues para gozar de un nivel de vida adecuado es fundamental el acceso a este recurso, de ahí la importancia de que se garantice su acceso.
“La escasez de agua repercute directamente en la salud pública, en la seguridad alimentaria y en el medio ambiente, por ende, es urgente que desde el Estado se implementen soluciones para atender esta problemática”, enfatiza.
Ojalá llegue a buen puerto dicha iniciativa pues el agua de lluvia puede tener usos que no comprometan la salud de las personas, como el riego de plantas y jardines, lavado de inodoros, autos, pisos, entre otras utilidades y así aliviar un poco la escasez de agua potable. PdC.
Con información del comunicado de prensa del Senado de la República y de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Foto de Nguyễn Hữu Nhã.
