El infarto cerebral es una patología común que cada año en el mundo sufren 15 millones de personas con consecuencias muy severas. Por desgracia, la tercera parte muere de manera inmediata; de las dos terceras partes que sobreviven, la mitad se recupera relativamente bien; y la otra mitad tiene secuelas muy graves incapacitantes que no les permiten tener una vida independiente.
Cuando ocurre un infarto cerebral, deja de funcionar una pequeña parte del cerebro, sin embargo este órgano tiene una capacidad sorprendente de reorganización y redistribución de tareas luego de que ocurre ese evento.
Para entender los mecanismos básicos que genera esta reparación y cómo funcionan, un grupo de científicos del Instituto de Fisiología Celular (IFC) de la UNAM, encabezados por Luis Bernardo Tovar y Romo, estudian la colección de conexiones entre las neuronas.
Al inaugurar a distancia la Semana del Cerebro, del IFC, con la charla “¿Cómo cambia un infarto las conexiones del cerebro?”, Tovar y Romo comentó que, con apoyo de modelos animales de laboratorio, microscopios de última generación y simulaciones en computadora, es posible entender como es capaz de repararse a sí mismo de manera parcial.
En su trabajo descubrieron un tipo de células gliales, llamadas astrocitos, que liberan vesículas extracelulares que podrían ser útiles para hacer más eficiente la restauración después del infarto y reducir las secuelas en una persona tras ese evento.
“Las células que dan soporte a las neuronas, particularmente los astrocitos, producen unas vesículas al medio extracelular, que contienen proteínas, RNA y otras moléculas, que pueden facilitar la recuperación del tejido”, indicó.
Los astrocitos están encargados de regular los mecanismos antioxidantes que le permiten a la neurona defenderse de sustancias derivadas del oxígeno que la ponen en peligro; promueven la nutrición neuronal y el control de neurotransmisores para que no actúen en exceso, entre otras funciones.
En un modelo animal de laboratorio, el científico del IFC y su grupo comprobaron que las vesículas derivadas de los astrocitos facilitan la reestructuración del tejido.
Además, corroboraron que, luego del infarto, ocurre una redistribución cerebral en la que se activan áreas nuevas, a fin de realizar las funciones que no puede realizar la zona colapsada.
La Semana del Cerebro es un evento mundial cuyo objetivo fundamental es dar a conocer la importancia de comprender el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso. PdC.