Es domingo y si no tienes agenda social, lo mejor sería descansar, y por qué no, echarse una “pestañita” toooodo el día. La dinámica de la vida moderna es demasiado acelerada: que si la oficina, que si los niños, que si el trabajo extra, que si la universidad, que si esto, que si lo otro…infinidad de razones nos llevan a entrar en un estado de estrés que desemboca en problemas para dormir.
Tales circunstancias han escalado a tal punto que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40 por ciento de la población mundial sufre alteraciones del sueño.
Todos pasamos por alto el hacer un sueño reparador, lo tomamos a la ligera porque desconocemos que tan importante es dormir para tener buena calidad de vida. El sueño es el momento en el que el cuerpo empieza un proceso de restauración muscular, ósea y hormonal.
El Centro de Neurodesarrollo y la Conducta señala que dormir es tan importante como la alimentación y hacer ejercicio; ayuda a evitar enfermedades y el desarrollo crónico de otras, y es que cuando dormimos el cuerpo, cerebro y mente entran en estado de descanso, reparación y relajación.
Advierte que dormir es la manera más eficaz que tiene el cuerpo para ayudarnos a tener una mejor calidad de vida en pro de la estabilidad mental, física y emocional.
El sueño es al cuerpo lo que la carga eléctrica es al celular. El teléfono requiere una carga de ocho horas para mantenerse en total y óptimo funcionamiento durante el día. Pero un día sólo se carga cuatro horas, ¿qué sucede? Que entonces no nos durara todo el día.
Paulatinamente empezamos a variar la rutina de carga de nuestro celular: lo ponemos a cargar encendido, reducimos el tiempo y le doblegamos el uso.
¿Qué ocurre entonces con el celular? Simple, su funcionamiento empeorará desde lo básico hasta lo generalizado, su tiempo de encendido disminuirá considerablemente, pidiéndonos más carga de manera regular; su batería interna se desgastará mucho más rápido que aquellos celulares que son cargados normalmente.
En un momento el celular dejará de encender, sus daños serán considerables y aunque lo dejemos todo un día cargando, él seguirá reaccionando igual o de peor manera.
El celular somos nosotros y la carga eléctrica es el sueño, cuando éste se descontrola y llega a ser insuficiente, el cuerpo termina reaccionando de una manera negativa, hasta desarrollar problemas crónicos que pueden alterar la forma en la que funcionan nuestros órganos y nuestra mente, explica el Centro.
Por ello es importante que la recarga de sueño sea de ocho horas (no más de nueve a 10 horas y no menos de seis o menos tiempo) para evitar enfermedades y vivir mejor. Menos de ese periodo no es suficiente para llevar a cabo los procesos vitales de reparación.
Aunque como dice el Centro de Neurodesarrollo y la Conducta, dormir ocho horas no es garantía suficiente para decir que se descansó completamente.
La calidad del sueño influye completamente en el desarrollo correcto del funcionamiento de nuestro cuerpo, ya que existen diversas afectaciones del sueño que evitan tener un buen descanso.
¿Realmente está durmiendo bien?
Por ello es importante tener las condiciones adecuadas para conciliar el sueño y que sea reparador, como estar en un sitio oscuro y no abusar de los aparatos electrónicos que estimulan a permanecer despiertos, resalta Jacqueline Cortés Morelos, médica psiquiatra.
Explica que se debe fomentar la higiene del sueño, pues muchos trastornos ocurren por malos hábitos.
Dormir el número de horas necesarias, tener hábitos correctos, no automedicarse para conciliar el sueño y dejar de pensar que roncar es un acto normal, fueron algunas de las consideraciones expuestas por expertos de la UNAM y de otras instituciones, quienes analizaron el sueño y sus alteraciones en un foro a distancia. PdC.