Dentro de la desesperanza que viven quienes atentan contra su vida, todavía hay esperanza, pues la mayoría de los suicidios son prevenibles. Ellos deben saber que pueden tener un tratamiento que les permita ver que la vida vale la pena.
Y para ello, la doctora en Psicología, Paulina Arenas Landgrave desarrolló el modelo de Órdenes de Riesgo de Suicidio (ORS) para fortalecer la labor de los profesionales que atienden la problemática y que a su vez estarán mejor preparados para brindar apoyo psicológico de calidad a quienes atraviesan por estas circunstancias.
El modelo propuesto identifica cuatro niveles de ORS y plantea acciones concretas dependiendo del papel que se tiene al momento de asistir a alguien; es decir, ser padre, amigo, profesor, brigadista, personal de salud, etcétera.
La especialista refiere que se debe ofrecer primeros auxilios psicológicos, por ejemplo preguntar cómo se siente; después, escuchar con atención y finalmente mostrar empatía o interés ante el dolor que sufre la persona.
Evitar dar opiniones personales, juicios, sermones, regaños o críticas. Es mejor verlos a los ojos e identificar si tiene dolor emocional, porque esto nos ayudará a tener un abordaje humano y colaborativo.
Brindar un trato respetuoso y cordial es básico para indagar las razones que tiene para morir, los factores de riesgo y si existe una red de apoyo que lo pueda ayudar. Se sugiere llamar al Programa de Contención Emocional, de la ENEO (a los teléfonos: 55 5350 7218 y 800 461 0098); o bien, buscar la Red de Atención de Salud Mental (saludmental.unam.mx). PdC.