Miastenia… ¿qué…? Miastenia Gravis; sí, igual que tú nos preguntamos qué es. La respuesta no es agradable pues se refiere a un padecimiento de los llamados raros, cuyos signos y síntomas son debilidad de los músculos de los brazos o las piernas, la visión doble, los párpados caídos y las dificultades para hablar, masticar, tragar y respirar.
Puede afectar a personas de cualquier edad, siendo más común en mujeres menores de 40 años y hombres mayores de 60 años de edad. Se estima una incidencia de 20 casos por cada 100 mil habitantes.
La miastenia grave se caracteriza por debilidad y fatiga rápida de cualquiera de los músculos bajo tu control voluntario. Es causada por una ruptura en la comunicación normal entre los nervios y los músculos.
Este mal que no tiene cura, se conmemora este día 2 de junio, Día Mundial de Lucha contra la Miastenia Gravis, con la finalidad de sensibilizar y concienciar a la población acerca del padecimiento neuromuscular raro y autoinmune que afecta a miles de personas en el mundo.
Según el sitio electrónico de Mayo Clinic, la debilidad muscular que provoca la miastenia grave empeora a medida que se usa el músculo afectado. Como los síntomas generalmente mejoran con el descanso, la debilidad muscular puede aparecer y desaparecer.
Sin embargo, los síntomas tienden a progresar con el paso del tiempo y alcanzan su peor punto pocos años después del comienzo de la enfermedad. Aunque la miastenia grave puede afectar cualquiera de los músculos que se controlan voluntariamente, ciertos grupos musculares se ven afectados con mayor frecuencia.
Uno de esos impactos es en los músculos de los ojos; se presenta caída de uno o ambos párpados (ptosis), visión doble (diplopía), que puede ser horizontal o vertical y que mejora o se resuelve cuando un ojo está cerrado.
También en los músculos de la cara y de la garganta; en aproximadamente el 15 por ciento de los casos de personas con miastenia gravis, los primeros síntomas involucran estos músculos que pueden:
*Deteriorar el habla; en función de los músculos afectados, la manera de hablar puede sonar suave o nasal.
*Provocar dificultad para tragar; es posible atragantarse con facilidad lo que dificulta comer, beber o tomar pastillas. En algunos casos, los líquidos que tragas salen por la nariz.
*Afectar la masticación pues los músculos que se usan para masticar podrían cansarse a la mitad de una comida, particularmente si se está comiendo algo difícil de masticar, como un bistec.
*Cambiar las expresiones faciales, por ejemplo, al sonreír puede parecer que se gruñe.
En el caso de los músculos del cuello y de las extremidades, la miastenia grave también puede causar debilidad en el cuello, los brazos y las piernas. La debilidad en las piernas puede afectar la forma de caminar. Los músculos débiles del cuello hacen que sea difícil sostener la cabeza.
De acuerdo a Mayo Clinic, si se tiene dificultades para respirar, ver, tragar, masticar, caminar, usar los brazos o las manos y sostener la cabeza, es mejor acudir de inmediato a consulta con el médico. PdC.