Aun cuando los océanos son grandes extensiones de agua salada, son la principal fuente de vida de todo lo que existe y se mueve sobre la Tierra. Albergan una gran parte de la biodiversidad del planeta y son los principales pulmones de este hogar que habitamos.
Los expertos dicen que los océanos producen el 50 por ciento del oxígeno que se genera en el planeta y su importancia para el desarrollo de la vida en la Tierra es fundamental.
Y justamente por esa gran importancia que tienen por un lado, y por otro, la urgencia de revertir el daño que les hemos ocasionado, es que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el Día Mundial de los Océanos.
Fecha para recordar la extrema importancia de mares y océanos para el desarrollo y mantenimiento de la vida en el planeta; ¡y cómo no!, si constituyen la mayor fuente de proteína y más de dos mil 600 millones de personas dependen de ellos como fuente primaria del nutriente.
En ellos habitan una gran diversidad de ecosistemas marinos con miles de especies animales y vegetales, que a su vez son esenciales para un equilibrio ecológico que ayuda a los seres humanos en su sustento.
¡Perooo!, cada año son miles las especies de plantas y animales que se extinguen debido a la gran cantidad de desperdicios y agentes contaminantes que depositamos en las aguas del mar.
Aunque algunos gobiernos han tomado medidas para subsanar el problema, no han sido suficientes para evitar la extinción de grandes ecosistemas marinos que mueren por estas causas.
Por eso antes de contaminar las costas con basura u otros residuos que luego van a parar a los océanos, recordemos que ellos cumplen la función de contribuir al equilibrio climático.
Pero, tenemos otro pero, en la actualidad la quema de los combustibles fósiles ha impactado de forma negativa a toda la Tierra provocando un aumento descontrolado de las temperaturas y gran desequilibrio del clima en los cinco continentes.
Estos cambios abruptos y continuos representan una seria amenaza futura para toda la humanidad, ya que, de acuerdo a los estudios realizados por los científicos, en los últimos años, se ha podido observar un incremento en el nivel del mar debido a los gases del efecto invernadero.
El panorama no es halagüeño, si a eso le sumamos que se ha producido el derretimiento de los glaciares en los polos terrestres y un descenso importante en la salinidad de los océanos, que a la larga causaría grandes tormentas, inundaciones (que ya estamos viendo) y muchos otros desastres con devastadoras consecuencias para todo el planeta.
Por eso este año el lema es: “Revitalización: acción colectiva por el océano”. Baste recordar que el 90 por ciento de las grandes especies de peces están afectadas, y el 50 por ciento de los arrecifes de coral destruidos. Los humanos estamos extrayendo del océano más de lo que se puede reparar. PdC.
Foto de Jeremy Bishop.
