La abuela decía: “parece que el dinero te quema las manos…”, cuando en lugar de ahorrarlo apenas caía en nuestras manos rápido lo gastábamos. Pareciera que no, pero los mexicanos tampoco tenemos la cultura del ahorro ni de la administración.
Por iniciativa propia, son muy pocos quienes destinan una cantidad de su sueldo para crear un capital ya sea como ahorro, para comprar bienes, para vacacionar, para viajar o para que les permita vivir cuando llegue el momento del retiro.
Por eso hay quienes ven importante impulsar en los jóvenes la educación financiera, pues imagínense que 56 por ciento de la población mexicana no tiene una cuenta formal de ahorro, lo que indica que aproximadamente 67 millones de personas no cuentan con un ingreso para cubrir sus necesidades.
Con respecto a la administración de los recursos, 79.5 por ciento de los adultos no lleva un registro de sus gastos, sólo el 11.5 por ciento lo hace y nueve por ciento lo realiza solo algunas veces.
Esto demuestra que la población y, sobre todo, los jóvenes deben contar con mejores posibilidades financieras, para que puedan realizar un uso oportuno e informado de sus activos para mejorar su calidad de vida y la de sus familias, considera la senadora Indira Kempis.
Ella presentó una iniciativa en la Comisión Permanente, a través de la cual propone reformar la Ley General de Educación para garantizar educación financiera en México, así como el uso de las herramientas digitales que permitan incrementar los niveles de bienestar económico.
La idea es que las personas desde temprana edad, tengan conocimientos en la materia y puedan tomar decisiones respecto a créditos y ahorros que impacten de manera positiva en su vida.
Indira Kempis Martínez, refiere que de acuerdo con el Reporte Nacional de Inclusión Financiera, 68 por ciento de la ciudadanía mexicana adulta no tiene acceso a educación financiera, por lo que no cuentan con la información necesaria para tomar decisiones en cuanto al uso de conceptos básicos, como lo son, el crédito o el ahorro para el retiro.
Pero no solo eso, resulta que la mitad de los mexicanos se encuentran excluidos del sistema financiero y desaprovechan los beneficios que éste ofrece.
La legisladora precisa que, en México, 97 por ciento de la población adulta, tiene posibilidad de acceder al sistema financiero, considerando sucursales, cajeros automáticos, terminales punto de venta y corresponsales bancarios; no obstante, sólo 56 por ciento usa algún tipo de producto financiero.
A nivel nacional, prácticamente 25 millones de personas ahorran a través de una institución financiera, pero 30.7 millones de personas, prefiere guardar el dinero en su casa, meterlo en una tanda o prestarlo a la familia, entre otros.
Señala que 19.3 millones de adultos son usuarios de un crédito formal; destaca el uso de las tarjetas de crédito departamentales como el producto más importante, seguido de las tarjetas de crédito bancarias, los créditos personales, de nómina, entre otros. PdC.
Foto de cottonbro.