¡Salud! porque ya se acaben virus y viruelas, ¡salud! por la vida y ¡salud! por la salud…brindamos con copa en mano aprovechando que hoy es el Día Internacional del Tequila, una bebida, hasta la última gota, mexicana que se consume en todo el mundo, acompañada de sal y limón.
Muchos se estarán diciendo: “no sabía que hubiera un día del tequila”, pues sí y justamente es este 24 de julio, pero de 2006, fecha en que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró como Patrimonio Mundial el paisaje del agave y las antiguas instalaciones industriales de Tequila.
Es conocido de todo mexicano, y bueno, para quien no aquí está el dato, que el tequila se extrae de la planta de agave azul, originalmente elaborada en el estado de Jalisco.
Es una bebida destilada representativa de nuestro país que se exporta a todo el mundo, con Denominación de Origen regulada por un Consejo Regulador.
El tequila sale del corazón de la planta del agave azul, una especie de piña de donde se extrae la materia prima. Su proceso de elaboración puede durar más de 10 años desde que se planta el agave hasta su maduración.
Se distinguen dos categorías en el tequila: el que se elabora a partir de una mezcla de azúcares de los cuáles el 50 por ciento, al menos debe provenir del agave; y el tequila 100 por ciento agave, elaborado únicamente a partir del azúcar proveniente del agave.
Dependiendo del tiempo y el modo de maduración, se distinguen las siguientes variedades del tequila: Blanco o plata, Joven u oro, Reposado, Añejo y Extra añejo.
Su plantación y elaboración deben hacerse en los territorios que están declarados en la Denominación de Origen Tequila (DOT). Están incluidos 181 municipios de cinco estados de la República Mexicana: Jalisco, Nayarit, Guanajuato, Tamaulipas y Michoacán.
Y poniendo en práctica las sabias palabras: “todo con moderación y nada en exceso”, brindemos por el tequila en su día. PdC.
Foto de Denys Gromov.
