No obstante ser la tortilla la principal fuente de calcio en la dieta mexicana, los procesos para su producción consumen gran cantidad de agua, además de generar residuos que contaminan; ante ello, los expertos consideran que la industria del maíz requiere de un desarrollo sustentable.
Y es que el proceso de nixtamalización que incluye granos de maíz, agua, cal y un proceso térmico alcalino, genera un líquido de desecho denominado nejayote rico en sólidos y calcio que es catalogado como un contaminante por sus características químicas y a que es desechado al drenaje sin tratamiento previo.
En México cada día se generan de 1.5 a dos millones de litros de nejayote para el procesamiento de 600 toneladas de maíz; es decir, de mil 500 a dos mil metros cúbicos.
Martha Elena Domínguez Hernández, de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, considera que una alternativa para cambiar a sustentable el proceso de nixtamalización es el tratamiento y la obtención de productos con valor agregado a partir del nejayote.
Sugiere de ese líquido, se pude obtener comida para aves, aditivos para alimentos, etcétera, aunque dice que se requiere escalar esos procesos para que sean una solución real al problema.
Al participar en el Seminario Permanente de Agricultura, Alimentación y Sostenibilidad, comentó que una propuesta adicional es implementar un sistema circular para la generación del grano.
Por ejemplo, el sistema pecuario proporcionaría la fuente de fertilización orgánica. El estiércol, que mejora la fertilidad del suelo, aumenta la capacidad de retención de humedad, reduce la erosión y se convierte en insumo para la producción agrícola, detalla Domínguez Hernández.
De acuerdo con estudios efectuados por la universitaria, ese tipo de fertilizantes elaborados con nejayote-estiércol incrementaron el rendimiento del maíz en 1.3 toneladas, en comparación con la fertilización química convencional, entre otros resultados positivos. PdC.